Team Fortress 2: Destruye la maldición

Capitulo 9

Narra Allyson

Revisé que eran entre las 7 o 8 de la noche, los chicos fueron citados por su jefa y yo para no estorbar me quedé en el comedor a esperar a que volvieran otra vez, talvez era obvio que su jefa ya se diera cuenta de mi ausencia aquí. Solo un día, espero y por favor no perjudique a los mers por mi culpa, aceptaron que no era su enemiga y yo no tengo ninguna intención con ellos aparte del trato y los millones que les prometí a cada uno de los nueve. Ojalá y tenga suerte en lo que queda de la noche.

Punto de vista de los mercenarios.

Los nueve sujetos se dirigieron a un gran monitor en el cual siempre que cada vez la administradora los citaba para una pequeña reunión iban a quedarse talvez un rato.
Llegaron todos y miss Pauling se encontraba en la sala, aparte de que la administradora en la pantalla. La verdad esa mujer solo llegaba expresar seriedad mientras tenía un cigarrillo en su mano izquierda y lo fumaba, miss Pauling se veía normal, ni nerviosa o mal por que los demás sospechaban que estaban ahí por Allyson, pero relamente esas eran las intenciones de esa reunion.

Administradora: Caballeros, seré directa al respecto de un, "problema" que sucedio hace un día atrás -fumó y expulso el humo- Es relamente obvio que yo sepa lo que sucede cada hora y cada movimiento en esta base, ¡Y ese problema! -apunto a una de las pantallas que tenía la imagen de Allyson congelada- ¡Se tiene que resolver para que no ponga en peligro el maletín del equipo contrario y el nuestro! -exclamo seria y derecha la anciana, el Spy trato de explicarle lo poco que han estado todos con ella.

Spy: Ejem, Madame. Sabiamos en un principio que ella no podría permanecer aquí por la seguridad del los maletínes. Cabe aclarar que sigo en la teoría de que fuera un Spy azul gracías a que la mujer que la acompaño en un principio portaba un uniforme del color de los Blue's. Pero aún asi -La administradora lo observaba manteniendo sus ojos entre cerrados y seria.

Se llego a meter el Sniper aclarando de que ella no presentaba una amenaza, era de esperarse de que la administradora lo callara por no aportar algo con pruebas. El Spy trato de proseguir.

Spy: Creame que si le dijera que ella misma iba irse, lo hubiera hecho.

Administradora: Entonces, ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué la dejaron quedarse? -antes de que el Spy hablara, ahora el Scout se había metido.

Scout: ¡Nos ofrecio 10 millones para cada uno! -El Spy lo miró con furia queriendole gritar en su cara pero la administradora solo llego mirar al Scout.

Administradora: ¿Qué, dijiste? -Scout la llego a ver a ella, a sus compañeros e incluso a miss Pauling que ahora si se encontraba nerviosa. El Scout tragó saliva y le dijo.

Scout: Uh, verá, ella. Ella no es una cualquiera inquilina, ella es Allyson Murphy. ¿Sabe de ese apellido? ¿Murphy? -preguntó el joven tartamudeando.

Administradora: Sí. Lo se. Los Murphy's ya no son bienvenidos en Mannco -dijo sería- de igual manera, en serio, ¿Son tan tontos en confiar en un Murphy?. Caballeros han cometido la peor idea de tener bajo ¡mi techo! A un Murphy.

Sniper: ¡¿Y por qué lo cree así?! -ahora el Sniper se enfrentaba a su jefa con la duda.

Administradora: ¡miss Pauling, las carpetas! -chasqueo los dedos y miss Pauling obedecio.

M. Pauling: Si señora -ella les dio las carpetas al Sniper, el no podía creer lo que estaba viendo, miss Pauling decidió explicarselo a sus demás compañeros.

M. Pauling: Muchachos, su padre, Duncan Murphy trabajó para Mannco unos años como socio, pero fue tanta la avaricia de Duncan que decidió que su empresa, Oxdón, no estaría relacionada más en ofrecerle la variedad de armas a Mannco o a Saxton Hale.