Los ojos de mi ángel. (OffGun) ❤️

No le creas.

-Yo también lo extrañé  - dijo el pequeño intentando recuperar el aire que había sido robado de sus pulmones.-

-¿Seguro que me has extrañado? - preguntó el más alto.-

-¿Está dudando de mi? - respondió.

-No lo sé, tú  dime.

-¿Acaso cree que es gracioso que dude de mi? - dijo con un tono de molestia.-

-Ey, Gun, sólo estoy bromeando, tranquilo - replicó el mayor.-

-No me haga ese tipo de bromas.

Y sin esperar respuesta, Gun salió del baño, molesto ¿Por qué? Quizá era el hecho de que el hombre con él que estaba no confiara en él.

Decidió no pensar en él, ni en lo que escuchó horas antes. Off no era como el hombre del que sus compañeros hablaban, él no sería capaz...

Pasadas las horas, ya Gun se encontraba en su casa; él vivía sólo desde que comenzó la Universidad un año atrás. Su padre, se había mudado a su pueblo natal, pues su salud no era del todo buena y el aire poco saludable de Bangkook no le ayudaba.

Sentado en la cama, mientras secaba su cabello mojado por la ducha que acababa de tomar. Escuchaba el sonido que hacían las ramas del viejo árbol fuera de su cuarto, con la ventana.

Sumergido en pensamientos, cuestionaba a ese hombre, ¿Cómo era posible que dudara de él? Cuando se había arriesgado a enamorarse, cuando por aquel hombre salía al mundo que tanto lo había lastimado.

No podía sacarlo de su mente, él estaba dando toda su confianza y a cambio recibía dudas.

Un sonido insistente, lo sacó de sus pensamientos. Gun se dirigió a la puerta.

-¿Quien es? - preguntó el pequeño.-

-Soy yo cariño, abre la puerta.

¿Cariño?

-¿Qué haces aquí? Váyase, no abriré - dijo nerviosamente.-

-Gun, hablemos, no quiero que estes molesto conmigo - suplicó el hombre detrás de la puerta.-

-No quiero decir cosas de las cuales me pueda arrepentir después, váyase.

-No me voy a ir de aquí hasta que abras esa maldita puerta - su paciencia comenzaba a desaparecer.-

-¿Qué es lo que quiere? - gritó  abriendo la puerta - ya me dijo lo que pensaba, ¿Qué viene a hacer aquí?

Off se acercó al pequeño y colocó la toalla que colgaba de su cuello en su cabeza.

- Vamos adentro, te acabas de bañar, puedes resfriarte, esta frío aquí afuera - dijo para después entrar.-

Gun dirigió a Off a la pequeña sala sin decir nada.

-¿Sigues molesto cierto? - preguntó Off.-

-Un poco, me duele que dude de mi... - dijo sentándose en el sofá y aprisionando un pequeño cojín entre sus brazos.-

-Yo sólo bromeaba, yo no podría dudar de alguien tan puro como tú - Off se acercó y se sentó en la pequeña mesa de centro quedando frente a Gun.-