Los ojos de mi ángel. (OffGun) ❤️

Nubes borrosas.

Narra Gun.

La mañana me supo amarga, desolada y melancólica.

Hoy era el aniversario de la muerte de mi mamá. Cada año se sentía igual, con la diferencia de que con el tiempo, el dolor iba haciéndose más soportable.

Algo que nunca se supera, sino con lo que se aprende a vivir.

Era un año más y un año menos de vida juntos.
Abrí el armario, saqué mi camisa y el mismo traje negro que había estado usando los últimos años.

El agua tibia de la ducha relajó mis músculos y me hizo entrar en calor.

Me vestí, sequé y peiné mi cabello.
Al bajar las escaleras, mi padre ya me estaba esperando.

Comimos el desayuno que preparó para mi y salimos de casa.

No había mucho sol, podía sentirlo por lo frío de la brisa. Además de que olía a que esta noche llovería.

—Parece que hoy lloverá. — dijo mi padre.

—Sí, no puedo recordar un día que no haya llovido en el aniversario de mamá.

—Tal vez es una manera que ella tiene de decirnos que está feliz de que vayamos a verla.

Sonreí junto a él, mamá amaba la lluvia, recuerdo haberla visto bailar en ella mientras las gotas de agua tintineaban en su rostro y yo jugaba en los charcos de agua, mojando mis converse favoritos.

Nos detuvimos en un florería, pedí lo mismo de siempre.
Tulipanes amarillos y rosas blancas. Eran sus flores favoritas, el olor me llevaba automáticamente hasta nuestro hogar, cuando mi padre las compraba para ella.

Al llegar al panteón, el lugar en donde mi madre descansaba, Off apareció fugazmente en mi mente.

Me hacía falta. Sé que de estar él aquí, este dolor sería un poco más soportable.

Todo parecía ser más soportable desde que él apareció en mi vida.

Caminé junto a mi padre, hasta que estuvimos frente a su tumba.

—Hola mamá... hemos venido a visitarte. — pronuncié acercándome y sonriendo amargamente.

—¿Cómo has estado, cariño? Seguramente más guapa, mientras que yo... solo me he hecho más viejo. — dijo papá.

—Te traje tus flores, están hermosas, lo sé, su olor me lo dice. — me incliné y las coloqué ahí.

—Hijo, voy por un poco de agua para limpiar. No tardo.

Me quedé solo con ella. Cada que venía a visitarla era cuando mi ceguera me atormentaba. Me preguntaba ¿Por qué fue? ¿Por qué no pude recuperarla?
¿Por qué había sido de esta manera?

Mi último recuerdo quisiera borrarlo, quisiera borrar ese día, tal vez así, y solo así, ella no hubiera muerto.

—Hubiera querido que él viniera hoy... mamá... estoy muy enamorado pero también, me encuentro asustado. — me detuve un momento y continué. — Sé que no hay necesidad de que te explique como me siento cuando estoy con él por que tú lo sabes muy bien, lo viviste. Quiero pasar el tiempo de vida que tenga junto a él, quiero tener un amor como el tuyo y el de papá. Pero... sigo teniendo miedo. Ojalá estuvieras aquí, estoy seguro que lo amarías tanto como yo. Es un hombre increíble. — no pude evitar sonreír. — Hasta ahora, no había entendido el motivo de que estés tú aquí, no lo entendía y solo me encontraba molesto. — Suspiré. — gracias mamá, gracias por salvarme y dar tu vida por mi, después de amar de la manera que amo a Off, entendí que yo haría lo mismo que tú hiciste por mi. Recibiría una bala si eso significa salvarle la vida. Gracias por enseñarme a amar de esta manera, seré feliz, seré tan feliz como siempre lo deseaste.