Los ojos de mi ángel. (OffGun) ❤️

Promesa.

Después de que Gun luchó contra sus demonios para tomar valor y emprender aquel viaje, las horas pasaron y el momento en el que debía de luchar por sí mismo, llegó.

Off quedó de pasar por él a su casa y así fue, juntos llegaron al aeropuerto y el miedo de Gun disminuyó un poco al saber que viajarían lejos de tantas personas, viajarían en una área en la que sólo irían él y Off.
Por supuesto fue algo que extrañó al pequeño pero del cual no pudo negarse.

-Viajaremos en zona privada, no tengas miedo, sólo estaremos tú y yo - dijo Off.-

-¿Por qué? ¿Qué no es eso para personas importantes? - preguntó el pequeño.

-Ya te dije que tengo mis contactos ¿O que quieres viajar con el resto de las personas en clase media?

-No me importaría hacerlo... si no fuera por que me aterran las personas - esto último lo dijo más para él mismo que para Off.-

-Ya deja de hacer preguntas y abordemos el avión, ya es hora.

-¿Ya? ... ¿Ahora..? - preguntó el pequeño mientras comenzaba a temblar.-

-Confía en mi - dijo mientras tomaba de la mano a Gun y subían al avión.-

Ambos tomaron asiento, uno a lado del otro, escucharon las indicaciones por parte de las sobrecargos y el momento de despegar sucedió.

Gun se aferró a la mano de Off, cerro sus ojos y respiró profundo.

Off no podía dejar de mirarlo, entre más lo veía, más se preguntaba cuál era la causa del miedo que tenía Gun, qué era lo que le había pasado para que se comportará así.
Aunque a decír verdad, siempre le pareció tierna esa manera de actuar, era como un niño, era un niño del cuál se había enamorado.

El viaje fue tranquilo, después de unas horas llegaron y descendieron del avión sin problemas. Todo era normal y Gun parecía acoplarse poco a poco.

Los dos se dirigieron al hotel en el que se hospederían por seis días y cinco noches.

Todo parecía normal, el clima era frío y Gun no llevaba ropa apta para ese clima.

-Discúlpame Gun, se me pasó decírte que trajeras ropa abrigadora, aquí es un poco frío en esta temporada - dijo el mayor- ten, toma... ponte mi abrigo - pronunció colocándo su enorme abrigo en la espalda del pequeño.-

-Oh... no, así estoy bien, me gusta este clima - replicó mientras devolvía el abrigo a Off.-

- Ni se te ocurra regresármelo... pontelo... - pronunció el mayor con una voz autoritaria.-

Y a Gun no le quedó más que hacer lo que le decía el mayor, aunque no evitó sentir cosquillas en su estomago por el acto de Off.

Era delicioso, el olor de Off era delicioso, todo su cuerpo estaba lleno de él.

Pronto llegaron al enorme edificio, los dos descendieron con su equipaje. Se registraron y se dirigieron a sus habitaciones.

Gun aún llevaba el abrigo del mayor, le quedaba tan grande que casi le arrastraba, las mangas eran enormes y Off no pudo evitar reír al verlo.

-¿De que tanto se ríe? - preguntó el pequeño.-

-Te vez tan lindo con ese abrigo - dijo al pequeño - me encantas Gun.-