Los ojos de mi ángel. (OffGun) ❤️

Sacrificio.

Narra Off.

Su cuerpo tiembla, está en un rincón, llorando. Su ropa está rasgada y tiene golpes en su cara, tornados color violeta y carmín, aquellos que hacen juego con la sangre seca en sus labios y en su nariz.

Intento acercarme pero él me aleja, me teme, no reconoce mi voz, no sabe que soy yo ó al menos eso me da a entender por que sólo se limita a ensordecerme con su silencio.

Sus preciosos ojos café, no me observan, nunca lo han hecho, sin embargo, en ellos hay odio, rabia, me queman y me hunden dagas en el corazón.

Intento nuevamente acercarme a él, pero lo único que sale de sus labios es:

-Lo odio Off...

El aire parece sofocarme, no puedo respirar, mi pecho duele y mi cuerpo comienza a sentir que se tambalea.

-Lo odio... Jumpol.

Finas y pulcras palabras que se hunden como espinas en mi corazón.

-Ni siquiera él me hizo tanto daño como usted.

Cada una de sus palabras hacen sangrar mi interior, no hay más que odio en ellas.

Y sólo mi mirada se aparta de él, para ver cómo aquel monstruo aparece a su lado, sonríe, su mirada está obscura, más obscura que el lugar en el que estamos.

Se hinca para tomar el precioso rostro de mi novio, lo levanta, quedando cerca del suyo, siento como mi sangre comienza a hervir dentro de mi, aquel bastardo lo tocó, se atrevió a hacerle lo mismo, lo lastimó y yo no pude detenerlo.

-Me recuerdas tanto a él - sale de su sucia boca - es como si de nuevo estuviera frente a Pete.

Termina por decir y siento como algo taladra mis entrañas al oír el nombre de mi hermano siendo pronunciado por Kim, que en ningún momento deja libre a Gun.

El cual ya ha cerrado sus ojos y de ellos alcanzo a distinguir como gotas salen resbalando sin permiso mientras que intenta ahogar su llanto mordiendo sus labios.

-Mi Pete - dice robando un beso a Gun - mi amor... Pete.

-¡ÉL NO ES PETE! ¡DÉJALO MALDITA SEA! - siento como mi garganta se desgarra al gritar con todas mis fuerzas - ¡PETE ESTÁ MUERTO!

-Eso me queda claro - suelta a Gun para voltear a verme y sonreír sarcásticamente - Pete jamás me dejó tocarlo como tú novio lo hizo.

Siento como un fuerte estruendo hace eco en todo mi cuerpo, como si una descarga eléctrica corriera sin encontrar salida.

Camino, acortando el espacio y tomo a aquel miserable con mis manos, lo golpeo, tan fuerte que siento como los huesos de mis manos comienzan a crujir.

Voy a matarlo, terminaré con este bastardo que se aprovechó de mi novio... y de mi.

-Déjelo - me detengo al escuchar su suave voz - se lo dije... le dije que cuando me metiera en la cama de alguien más, sería por que ya no estaría con usted.

Algo dentro de mi, dejó de latir, se rompió, y ahora solo queda polvo.

-Aléjese, aléjese de mi y jamás regrese.

Mis piernas flaquean, caigo al piso mientras lloro, lloro como un condenado, como un perdedor, lo he perdido, lo perdí.

Abro mis ojos erráticamente, mi cuerpo se encuentra envuelto en un sin fin de sensaciones, siento como mi corazón late sin consideración alguna, sin detenerse, como si quisiera saltar lejos de mi pecho.