— ¡Hola, nosotros somos, BTS!
Se oía decir al unísono.
Estaban ensayando para su primer concierto de su tour.
— TaeHyung, ve hasta la otra orilla — decía uno del staff por el megáfono —.
Sí. Seguían separando a TaeHyung y a JungKook, no importase si una persona estuviera entre ellos, debían haber cinco en vez de sólo una interponiéndose ante aquella pareja.
TaeHyung soltando un suspiro de desesperación, caminó con pesadez hasta el otro lado. Todos sentían aquella incomodidad y ese frío ambiente que se generaba por el tratar de alejar a Tae y a Kook.
— De nuevo. Un ensayo más. JungKook, mantente siempre cerca de YoonGi, por favor, sólo de él — nuevamente decía el staff por el megáfono —. Quiero que todo lo ensayado hoy se haga en la noche y en los siguientes días, ¿entendido?
— ¡Sí! — Respondieron todos a excepción de los dos más pequeños del grupo, pues estaban inconformes con todas las órdenes.
Ya estaban hartos de todo lo que sucedía en sus días diarios. Su manera de ser tan viva se les estaba apagando; entre más alejados estaban, más era la nube gris que gobernaba sobre la cabeza de todo BTS. Además, cabe recordar que JungKook comenzó a vivir solo, lo cual se notaba aun más ese ambiente seco y solitario.
Ahora se encontraban en el backstage. Las estilistas secaban el sudor de los chicos. Al parecer no había nadie más. Ninguna pista de que los staff o el mánager estuviesen por ahí. Era un momento perfecto para TaeHyung y JungKook. Con pasos discretos y con una sonrisa rectangular se acercó al maknae, quedando bastante cerca, tanto así que pudo tomar su mano sin que nadie se diese cuenta. Al más pequeño se le iluminó su mirada. Aquella sonrisa apareció de nuevo en su rostro, aquellos ojos brillantes; era como si hubiera revivido de un eterno sueño.
Sus manos eran cálidas y sólo deseaban permanecer así por mucho tiempo, hasta por un por siempre, claro, si fuese posible.
— Te extraño mucho — susurró JungKook a TaeHyung el cual bajó su mirada algo tímido —.
— Yo te extraño más, esto es un infierno — le respondió de la misma manera, alzando su mirada y cruzándose con los ojos del contrario —.
Se escucharon unas voces graves. Sabían perfectamente de quiénes se trataban así que se separaron de una manera torpe, haciendo que Tae pisara mal y se cayera en el suelo, JungKook asustado fue hasta él, tratando de levantarlo.
— ¡Jeon JungKook! — Era la voz de la persona que lo llevó al cuarto aquella vez donde lo amenazó.
El más joven se sobresaltó. De pronto sintió cómo su sangre se enfriaba y su corazón se detenía.
— ¿Qué es lo que está haciendo?
— Na-na-nada, se cayó y yo...
— ¡Tonterías! Se les dio una orden y debe llevarla a cabo. Aléjese de él — decía con una voz fuerte el de edad más grande —.
JungKook no podía moverse, esto empeoraba todo. El que se encargaba de vigilarlos tomó del brazo del maknae, aventándolo lejos de TaeHyung con demasiada fuerza, haciendo que fuera a dar hasta la pared, sacándole un poco de aire.
Todos se dieron cuenta, incluyendo a las estilistas. No sabían qué había pasado exactamente, pero estaban viendo a un JungKook recargado en la pared en un estado negativo; con un rostro demostrando lo cansado que estaba, un rostro lleno de enojo y a su vez, tristeza.
Aquella persona, misma que empujó al más pequeño, había tomado de la playera a TaeHyung.
— Les advertimos, así que vayan deteniéndose, par de mariquitas — le dijo entre dientes, dejándolo de nuevo en el suelo —.
Nuevamente el silencio gobernaba en aquella gran habitación. Todos querían ayudar a sus amigos, pero ¿qué debían hacer?
TaeHyung se puso de pie, refunfuñando por lo anterior. Estaba furioso. Lo único que estaba deseando hacer en esos instantes era golpear a esa persona que ni su nombre conocía. Quería acabar con todo ese martirio y sólo amar a JungKook. ¿Por qué no los dejaban amarse?
— Voy al baño — dijo secamente TaeHyung saliendo de aquel ambiente incómodo —.
JungKook esperó unos segundos a que Tae se alejara un poco para que después él también fuera al baño y se encontrase con él. Se incorporó, caminando lenta y discretamente hacia el sanitario, donde encontró a un TaeHyung lleno de ira frente al tocador. Sin dudarlo, el menor tomó la muñeca de su hyung, llevándolo dentro de un cuarto del baño, cerrando la puerta y poniéndolo frente a él.
— ¿Qué sucede? Debes relajarte — comenzaba a hablar bajamente el más pequeño —.
— ¿Relajarme? JungKook, es más que obvio lo que está sucediendo. Estoy harto — decía entre dientes con una respiración agitada —. No aguanto estar de esta manera, me siento como un pájaro enjaulado.
— Lo entiendo, lo sé — soltaba un suspiro y sus manos eran llevadas al pecho de Tae, logrando tranquilizarlo —. ¿Del 1 al 100 cuánto éstas harto?
— No me preguntes eso — aprieta sus labios el mayor con unas inmensas ganas de llorar —. Estoy un millón de harto. No aguanto, en serio que no. No tenerte me está matando. JungKook, te amo, te necesito, ¿entiendes? Odio que nos traten de esta manera — decía comenzado a soltar lágrimas. Dentro de él estaba sintiendo tanto dolor y furia —.
JungKook le escuchaba atento, llenándosele sus ojos de lágrimas sin darse cuenta. Él también ya estaba harto y quería acabar con todo aquello.
— ¿Quieres hacer algo conmigo? — Soltaba de repente el menor, tragando saliva gruesamente por su nudo formado en su garganta.
— ¿Eh? — Se encontraba Tae confuso, limpiando sus mejillas.
— Vayamos en contra de todo — decía Kook tomando la mano del contrario —. Nos amamos, así que debemos seguir juntos sin importar los demás.
TaeHyung se encontraba sorprendido por lo que había dicho su novio. Jamás lo hubiera imaginado de esa manera, pues JungKook siempre obedecía y seguía las reglas. No se iba a negar, es más, hasta le gustaba la idea de no escuchar a los demás.
— Bien, demostremos cuánto nos amamos — decía el mayor con una amplia sonrisa, logrando que las lagrimas en sus mejillas se secasen —.
— Bueno, pero por lo menos debemos planear algo, Tae — reía bajo Kook al ver lo emocionado que estaba el contrario —.
— Ah, claro, un plan. ¿Tienes uno?
— Pienso en todo, amor. Claro que lo tengo.
Con unas miradas maliciosas por lo que iban a hacer, se acercaron dándose un tierno beso en sus labios. Ese beso fue tan valioso como si a alguien en un desierto le dieras por lo menos una gota de agua.
Salieron segundos después de aquel cuarto de baño, que claro en diferentes tiempos para no sospechar ni nada.
El concierto dio inicio luego de dos horas, así también como dio inicio el plan que tenía aquella parejita. Tenían nervios, pero ya estaban hartos de todo lo que estaba sucediendo en su vida, así que esa noche podría pasar de todo.
TaeHyung y JungKook irían contra las reglas que habían puesto sobre ellos. Irían en contra de toda BigHit.
Continuará...
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[En Pausa] Estos malditos celos. •• (Vkook/KookV )
FanfictionBTS, la boyband coreana más famosa del mundo esconde un gran secreto. JungKook y TaeHyung son novios. Los celos están presentes en cada momento, haciendo que su relación se complique, tanto es así que los problemas se agrandan y vuelven graves. Amor...