Capitulo 20

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Ashton se acerca a nosotros, más bien a Mark, saca unas llaves de su chaqueta, desatándolo, el cuerpo de Mark cae encima mío. Ashton lo levanta con cuidado, sin decir nada lo acuesta en el colchón y lo tapa con una manta.

— ¿Estará bien? —miro a Ashton y asiente con calma.

— Ian quiere verte ahora. —suspiro frustrada haciendo una mueca de molestia.

Cuando Ian venía a casa habían dos opciones, o nos íbamos de casa por los días que tío Ian se quedaba a hospedarse, o nos quedábamos a aguantar todos sus regaños, mal interpretaciones, o insultos. Es agotador que Ian se quede en casa, pide mucho, no da a cambio nada más que quejas y molestias.

— Es anciano, todos los ancianos son así, Marie. —Ashton me recuerda, como todas las veces que se quedó, y si él se quedaba venía el resto de la familia, y eso era peor.

— Un anciano muy molestoso. —suelto un suspiro— Ojalá Luca nunca se aburriera de él, —miro a Ashton, y luego a Mark, quien está durmiendo plácidamente, supongo, en ningún momento abrió los ojos o habló.

— No culpes a Luca por la actitud de Ian. —Ashton pone su mano en mi hombro.— Es mejor que vayas ahora. —miro a Mark y luego a él— Estará bien, créeme. —asiento, Ashton besa mi frente y me gira hacia la puerta empujándome de a poco, abre la puerta para mí y me empuja sacándome del lugar cerrando la puerta fuerte.

Camino hacia la casa, tomo la manilla de la puerta de la cocina y está cerrada, golpeo dos veces y veo una sombra acercarse, es Ian. Le apuntó la puerta para que me abra ríe mientras me mira.

— Ian, abre la puerta. —volteo los ojos, se acerca a la puerta de vidrio y me sonríe, notándose todas sus arrugas.

Viejo maldito.

Toma la manilla intentando de abrirla, me mira encogiéndose de hombros mientras niega con su cabeza, se aleja de la puerta y golpeó la puerta.

— ¡Ian por favor! —grito, se gira y se despide con su arrugada mano. Suspiro frustrada apoyando la frente en la puerta.

Me quedo mirando a la cocina, no hay nada de comer, y pareciera que no hay nadie en casa, aparte de Ian, la puerta principal está muy lejos, mínimo me demoraría tres minutos corriendo y seis caminando, ¿por qué tengo todo calculado? Ni idea, pero quiero entrar, bañarme y comer algo. Estiro mis piernas, para luego comenzar a correr hacia la puerta principal, siento una fuerte punzada en el pecho, mi respiración se acelera demasiado y comienzo a toser, sin detenerme, llego hacia la piscina, esta Lucy, Luca y Landon. Mis tres tíos, hermanos de Taylor. Los tres me miran y sonríen ampliamente, son trillizos.

— ¡Marie! —Lucy se me acerca rápido y me abraza, es rubia, como Paris, sus ojos son verdes, y es alta, tiene mucho parecido a Paris. — Estas muy linda, hace tiempo no te veíamos, ¿cómo has estado? —acaricia con ambas manos mis mejillas, su sonrisa se desvanece un poco al ver que no respondo, se siente incómoda, pero no puedo evitar en pensar en mi hermana.

— Lamentamos mucho lo de... Paris. —Landon la nombra casi en voz baja, como si nombrarla invocaría al diablo. Lucy pasa uno de sus brazos por mis hombros y lo quito rápido.

— Tengo cosas que hacer, permiso. —me alejo rápido, sintiendo mi corazón latir rápido, comienzo a sentir nervios, al ver verlos, no creí que ellos vendrían, vuelo a correr a la puerta principal y la abro rápido cerrándola a mi espalda, me apoyo en la puerta deslizándome hasta el suelo. Estoy sudando, me duele el pecho, y no puedo respirar bien.

Familia Leblanc [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora