Capitulo 33

23 2 0
                                    

Paris

Los gritos que salen de mi garganta ya son dolorosos, la desesperación de estar encerrada con gente muerta es lo peor, me quedo apoyada en una pared al lado de la puerta, abrazando mis rodillas frente a mi, lo único que quiero es luz, comida y un baño, aunque nada de eso es tan importante que la necesidad de ver a Marie, eso me ha estado preocupado aún más estas últimas horas, me había concentrado tanto en saber cómo salir, o en saber donde estoy que había olvidado a mis hermanos, algunas veces la desesperación es más fuerte que cualquier otra cosa. Una pequeña luz aparece en el techo, parpadeando, iluminando la pocilga en la que estoy, ya me he acostumbrado al mal olor qué hay acá adentro, apoyo mi cabeza en la pared, soltando un suave suspiro. Se que no saldré de aquí hasta morir o estar en las peores condiciones, para que luego me maltraten y me usen como quieran, o al menos así lo muestran en las películas o libro, pero yo no soy como una de esas.

No se cuantos días han pasado o tan solo han sido horas, pero se siente como si hubiera estado años y años en el infierno, estiro mis piernas al sentir como uno de mis músculos se contrae fuerte. El lugar es como lo he estado pensando. Sucio, muy oscuro, ni siquiera la tenue luz ayuda mucho, esto es una verdadera mierda. Escucho unos pasos por afuera, la última vez que grité que me sacaran de acá me hicieron callar en un muy mal tono que me dieron ganas de arrancarle la cabeza a quien me lo haya dicho, que se que pronto lo averiguaré y volare su cabeza.

Los pasos de la persona de afuera se detienen, escucho como abre una puerta, luego otra y se aproxima a la mía. ¿Será Zaid?

Mi puerta se abre y la luz de afuera me hace cerrar rápido los ojos, es muy fuerte la luz. De a poco me voy acostumbrando, lo único que logro ver frente a mi es una silueta con una mano extendida hacia mi, queriendo ayudarme a levantarme, mi desconfianza se apodera, es lo que más esta presente en mi cuerpo durante días u horas.

Miro la mano y salgo gateando rápido de la habitación, mi espalda choca contra algo y giro rápido mi cabeza hacia el lugar, suelto un suspiro al ver a Ashton, me ayuda a levantarme y me abraza fuerte, escucho a alguien toser, miro hacia un lado y está Marie.

—Marie. —susurro poniendo mis manos en sus hombros acercándola rápido para abrazarla fuerte, apretándola hacia mi.

Su llanto no tarda en llegar y mis ganas de matar a Zaid aumentan, se qué él tiene algo que ver en esto, nos ha traicionado.

—¿Estas bien? —pregunta Ashton mientras se talla los ojos, al quita sus manos notando sus ojos rojos.

Lo miro levantando una ceja, ¿realmente acaba de preguntarlo?

Bien, querido Ashton: estoy mal, hace no mucho estaba en mi casa, persiguiendo a Zaid porque estaba usando mis calcetines, rato después me encontraba en una camioneta, sola, débil y sin poder moverme ya que tenía las manos atadas, no tenía como salir y mi cuerpo no reaccionaba del todo bien.

—Si, estoy de maravilla. —giro los ojos, Marie se separa un poco limpiando sus lágrimas, sorbiendo su nariz.

—¿Por qué nos hicieron esto? ¿Que hicimos mal? ¿Por qué Taylor me odia tanto para creer que maté a Lucy por celos? —su voz sale rasposa y débil, acaricio su mejilla dejando un beso en su frente, Ashton se nos acerca un poco más y pongo una mano en su pecho, ambas estamos mal, y cualquiera podría notarlo desde lejos, pero  Ashton, él luce como si nada hubiera pasado.

—¿Que haces? —frunce levemente el ceño.

—No te quiero cerca de Marie. —mis ojos indagan su rostro, buscando algún tipo de culpabilidad, si es que lo siente, pero no, nada, solo noto preocupación únicamente por Marie. Le doy un pequeño empujón hacia atrás, alejándolo y comienzo a caminar por el pasillo, para ir a buscar una salida y largarnos de esta mierda.

Familia Leblanc [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora