capitulo 43

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Apenas abro los ojos miro a mi lado, una chica mueve algunas cosas que causan mucho ruido o mi cabeza esta muy sensible como querer escuchar muchos ruidos, siento una punzada en mi estomago recordando lo que paso ayer, o hoy en la noche, no se que hora es o si es de dia o noche, las gruesas cortinas de mi habitacion estan cerradas y puedo sentir que la ventana corrediza esta abierta porque entra una ligera y refrescante brisa, mi cuerpo emana mucho calor y me siento sofocada por un momento. No puedo de dejar de mirar a la chica que esta de espalda a mi, esta vestida de enfermera, por lo que miro rapido mi brazo notando las agujas y cables conectado en mi brazo, y recien logro sentir el tubo endotraqueal en mi boca, podria pedirle a la chica que me lo quitara, pero no me siento capaz de poder mover ni un musculo. Ella se gira sorprendiéndose al verme media despierta, se acerca a mi lado y comienza a preparar una jeringa con algun liquido que saca de un pequeño frasco, se vuelve hacia mi y lo inyecta en un pequeño cable que va desde el suero hasta mi brazo, comienzo a toser y siento un dolor horrible en mi estomago, bajo un poco la mirada viendo como una gasa comienza a teñirse rojo, mis ojos de a poco se cierran por si solos, alzo débilmente mi vista hacia la chica que se encuentra mirándome atenta, su mirada no muestra mas que lastima, me dedica una pequeña sonrisa y veo sus labios moviéndose como si me estuviera diciendo algo.

***

Vuelvo a despertar, esta vez no siento nada en mi boca, es lo primero que cruza en mi mente, lamo mis labios notándolos secos, miro alrededor de mi habitacion, todo esta ordenado, y las cortinas abiertas de par en par, ya es de dia, la puerta de mi habitacion se abre entrando la misma chica que hace unas hora habia visto.

—Buenos dias, señorita Leblanc. —die al tiempo que me dedica una suave y tranquilizadora sonrisa, trae unas bandejas en las manos, no alcanzo a ver que trae, solo noto una botella de agua.—Espero que se sienta mejor, es una mañana muy linda, para su suerte, no hara tanto calor, sino bajara mas la temperatura. —camina hacia al final de la cama dejando la bandeja sobre esta misma, me mantengo callada sin apartar la mirada de ella, debe estar involucrada con Mark, y si esta involucrada con él, quiere decir que tambien con Paolo y no me agrada saber que su gente seme acerque o que entre a mi casa sin mi permiso o el de mis padres, esto es ya abrumante.

Miro hacia la puerta esperando a que entre alguien mas, ¿Quien?, no lo se, solo quiero que entre una cara familiar, alguien a quien no quiera partirle la cara con una silla. Al cabo de unos minutos mirando fijamente la puerta sin ninguna respuesta desvío la mirada hacia la botella de agua, muero por beber agua aunque sea un poco, pero tampoco confío, pudo haberle echado veneno o algo que me mate poco a poco, y lo que mas odio es sufrir. La chica habla y habla, sobre el clima, de algunos instrumento y de mi salud, y la verdad no es que me importe mucho mi salud en estos momentos aunque deberia importarme, una cosa pasa por mi mente y es Ashton, ¿Mark habra llegado hasta él?, espero que no, porque si llega a ponerle una mano encima a alguno de mis hermanos lo mato, y esta vez si que lo hare con muchas ganas.

—Él no me contrato para cuidarla, fue su padre, se muy bien que usted no haria eso, se que fue ese imbécil. —la miro frunciendo el ceño—, lo siento, no debi hablar. —murmura agachando la mirada. Ruedo los ojos y la miro.

—No me importa quien te contrató, no te quiero aquí, no te necesito. —bufo con la voz un poco ronca, comienzo a toser y vuelvo a sentir la punzada en mi estómago, quito las sábanas viendo como una mancha roja comienza a teñir una tela suave. La chica rápidamente se mueve comenzando a buscar cosas, al tener unas gasas y paño húmedo, se sienta en el borde de la cama mirándome.—Ni pienses tocarme, estaré bien. —frunzo el ceño intentando de alejarme de ella.

—Por favor, señorita, déjeme ayudarla, la herida fue profunda, el cirujano dijo que no podía moverse, y que perdió mucha sangre—al escucharla decir eso la miro abriendo mis ojos de par en par, ella se queda callada mirándome de la misma manera.

—¿como que perdí mucha sangre? —mi respiración comienza a acelerarse y ella niega rápido.

—mantén la calma, cualquier movimiento o si comienzas a alterarte provocarás que la herida se abra.

—¿si me altero mi herida se abre? —me quedo quieta volviendo a fruncir mi entrecejo.

—Más bien no, pero necesito que te calmes, tengo que cambiarte la gasa constantemente y limpiar los alrededores, para evitar alguna infección. —habla un poco más tranquila pero insegura de mis respuestas o reacciones. Asiento despacio viéndola, al notar que asiento sonríe satisfecha poniéndose unos guantes.

—¿Que esperas?, muévete. —levanto un poco la voz y ella asiente rápido, quitando unas cuantas gasas, para luego ver una sutura en mi piel, sale un poco de sangre, pero lo suficiente para manchar la gasa, la chica comienza a limpiar con un paño húmedo los alrededores con suma delicadeza, y vuelve a poner unas gasas ya limpias.

—La herida comenzará a sanar entre 7 a 10 días, no debería ponerte gasas, pero es más bien para que no ensucies las sábanas o se infecte, ya que hace no muchas horas el cirujano te hizo la sutura, así que... —se encoge de hombros quitando sus manos sobre mi,— no puedes moverte bruscamente, o comer otras cosas que no sean sopa, o beber agua. —vuelve a sonreírme. Y se voltea para comenzar a limpiar las cosas que uso. Comienza a hablar de temas variados nuevamente, sobre el clima, los cambios y del universo, es una chica bastante lista, ahora que me doy cuenta, no tan solo sabe de medicina, sino su pasión es hablar sobre el universo, planetas y cosas como esas, realmente muy interesantes en mi opinión.

—¿Como dices que te llamas? —interrumpo su conspiración de alíen sobre la manipulación del planeta y del gobierno de los Estados Unidos. La miro al tiempo que se aleja sobre la pequeña bandeja sobre una estantería que le llega hasta la cadera, me mira con una sonrisa en sus labios.

—Audrey... —estira su mano hacia mi y la recibo uniéndola junto la mía.—Audrey Lawrence. —da un leve apretón mientras sonríe abiertamente, creyendo que con esa sonrisa de estupida me convencerá de que me agrade, pero cariño, ya sé tus intenciones, son iguales como de todas las personas que llegan a nuestra vida con una sonrisa de «soy bueno», y luego te apuñalan por la espalda, definición de eso: Mark.

Cuando lo odio, ya quiero recuperarme para partirle la puta cabeza, que ni cerebro porta.

—Un gusto, Audrey.

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Ig: bwattpx_

Familia Leblanc [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora