Capitulo 5

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Marie.

Un fuerte movimiento me despierta de golpe, miro a mi lado y esta Troye, el chico de cabello castaño claro, ojos verdes, tez blanca. Suspiro mirándolo. Es ideal para mí.

— Lo siento, no quería despertarte. —susurra con la voz ronca.

— No te preocupes. —sonrío de boca cerrada, siento que mi cabeza va a explotar, creo que me voy a morir, pero eso no me impide seguir coqueteando con Troye, aunque este toda fea con el maquillaje corrido.

Coquetear es lo mío.

La puerta se abre de golpe y aparece... ¿Taylor? ¿Ahora se cree madre preocupada que despierta a sus hijos luego de una fiesta?.

— Buenos días. —sonríe ampliamente abriendo las cortinas.

Mala idea, muy mala idea.

Arrugo mis cejas y me siento en la cama.

— Taylor. —llamo su atención y se voltea.

— ¿Si, querida? —sonríe dulcemente y giro los ojos.

— Vete. —hablo sería.

Troye pone una mano en mi brazo, lo miro y niega.

— No la trates así, solo está siendo amable. —me sonríe y suspiro.

— ¿Quién es este chico tan encantador? —sonríe aún más y juro que tengo ganas de gritarle que se vaya.

Me levanto enojada y entro al baño de mi habitación, el dolor de cabeza sigue ahí y quiero golpearme contra una pared para que se quite pero no funcionará, aumentará, ¿cómo lo sé?, la primera vez que me emborraché fue con Paris, y le pregunté si se me quitaría, ella dijo que no varias veces, pero al fin y al cabo lo hice, me golpee tan fuerte que no sentí dolor hasta que comenzó a sangrarme donde comienza el cabello, fue bastante doloroso, Paris no dejaba de gritar como histérica, y luego de eso no me acuerdo más, creo que me desmayé no lo sé, pero eso me contó Paris, ni yo sabia que lo había hecho.

Me miro en el espejo y como era de esperarse, me parezco al exorcista, ya quiero ver la cara de Paris, siempre nos reímos de nuestras caras al recién despertarnos. Paris aparte de ser mi hermana es mi mejor amiga, sería horrible perderla.

Lavo mi cara intentando sacar el maquillaje pero no sale por completo, vuelvo a mi habitación y Troye y Taylor no están.

¿A dónde te lo llevaré vieja loca?

Busco la crema entre mis cajones llenos de maquillaje, todo lo que uso para hidratar mi piel, pero no está la crema. Paris debe tenerla, de seguro ella la sacó. Suspiro poniéndome una de todas las sudadera que le robe a Zaid, salgo de mi habitación para ir a la de Paris, entro sin avisar y no hay nadie, la cama está ordenada, no hay ropa ni rastro de que ella hubiera dormido acá, Paris suele tener su habitación desordenada, y es muy fuera de lo común que este ordenada.

— ¿Paris? —entro a su armario pero no está.

Como sea, debe estar tomando desayuno, me acerco a tu tocador y está la maravillosa crema con la que nos quitamos el resto de maquillaje, algunas chicas usan toallas desmaquilladoras, pero en mi caso prefiero la crema, mi piel es sensible, tomo un trozo pequeño de algodón y con mis dedos me pongo crema delicadamente, quito el maquillaje y salgo de la habitación al tiempo que sale Zaid de la suya.

Familia Leblanc [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora