Just a little kiss || HyunIn

02

Dieciocho años. Sí, esa era su edad en estos precisos momentos, cuando notaba como Jisung lo estrujaba en sus brazos y como Allen cantaba en voz bajita la canción del demonio tan repetitiva llamada "cumpleaños feliz".

¿Por qué feliz? Iuhg.

–¡Yeeee! ¡Feliz cumpleaños Jinnie! –La voz de Felix se escuchó más alta entre todo el bullicio que sus seis amigos estaban formando. Eran muy escandalosos.

–Gracias, chicos. –Sonrió suavemente, sin muchos ánimos, la verdad es que la fecha de su cumpleaños no le hacía mucha gracia. Apartó con cuidado a Jisung, que seguía pegado a él. A Hyunjin no le gustaba el contacto físico.– Pero apartemonos de la puerta, no estamos dejando pasar a la gente. –Las seis cabezas de sus amigos miraron a su alrededor, cayendo en la cuenta de que el timbre estaba a punto de sonar y ellos estaban interrumpiendo el paso de sus demás compañeros.

–Cierto, cierto. Chicos, movámonos. –Chan aplaudió, llamando la atención de sus amigos, que enseguida le hicieron caso y se movieron a un lado de la puerta, dejando el camino libre para que esa manada de adolescentes pudiera pasar.

–Ahora eres de los mayores, por así decirlo. –Comento Changbin refiriéndose a Minho, Chan, Allen y él, que eran los más mayores y los que ese año se sacarían el graduado.

–Es cierto... –Miró por unos segundos a sus demás amigos, a los maknaes, para ser exactos, y sonrió con suficiencia.– Y hasta que ellos me alcancen aún queda bastante...

–No por eso te vamos a tratar distinto, Hyunjin, tienes dieciocho, no cincuenta y dos. –La voz de Seungmin cortó los pensamientos del pelinegro, que simplemente se cruzó de brazos, haciéndose el enfadado.

–¡Es mi cumpleaños, dejadme soñar! –Alzó la voz dramáticamente, consiguiendo que Kim rodase los ojos.

–¿Acaso quieres tener cincuenta y dos años? -Minho habló con extrañeza, en sus facciones notándose la confusión.– ¿Quién quiere eso?

–Te tratan como un señor. –Aclaró Hyunjin, refiriéndose al respeto.

–Porque eres un señor. –El tono obvio en la voz de Minho hizo reír a sus amigos, que miraban entretenidos las charla que ellos estaban manteniendo.

El timbre sonó, provocando suspiros molestos en aquel grupo de ocho adolescentes. Odiaban tener que entrar en clases ya que no compartían aula. Hyunjin tuvo la suerte de ir a la misma clase que todos sus amigos de su misma edad, pero Chan y Changbin no podían presumir de aquello. Mientras a Minho y a Allen les había tocado juntos, a ellos los separaron de todos, ni si quiera les tocó juntos.

–Bueno, nos vemos en el recreo. –Se despidió Chan dirigiéndose a la dirección opuesta de ellos, porque esa era otra, su clase ni si quiera estaba en el mismo sector. El australiano quería llorar.

Los demás fueron poco a poco entrando en sus respectivas clases. Ahora tocaba matemáticas para los menores del grupo, y en esa clase estaban juntos, estaban agradecidos con el destino por haber sido puestos en la misma aula.

Cogieron sitios, sentándose en las mesas que les correspondían. Acababa de empezar el curso y Hyunjin ya se sentía con ganas de que fueran vacaciones otra vez.

Soltó un suspiro silencioso y comenzó a mirar a sus alrededores, Seungmin aún no había tomado sitio a su lado por estar hablando con Jisung y Felix en el pupitre que ellos compartían, así que Hyunjin se encontró con unos minutos de tranquilidad que utilizó para pensar en sus propias cosas.

Lo primero que hizo fue llevar su mano derecha a la muñeca izquierda, acariciando aquella pulsera negra que tenía como si fuera su más preciado tesoro, aunque, en realidad, así lo era. Al fin y al cabo era el único recuerdo que pudo conservar de aquel pequeño niño que lo estuvo acompañando parte de su infancia, y que, aún después de irse sin dejar rastro, lo cierto es que una parte de su esencia se había quedado impregnada en el pelinegro.