Just a little kiss || HyunIn

06

Sus ojos se abrieron lentamente, algo aturdido al encontrar la habitación iluminada por los tenues rayos del sol que lograban colarse por las cortinas que cubrían su ventana. Hyunjin estaba confundido, hacía años que no despertaba con luz mañanera.

El pelinegro trató de estirar su cuerpo, dispuesto a mirar la hora en su móvil, para cerciorarse de que tan tarde podía ser, mas sus intenciones se vieron detenidas al notar como un cuerpo más pequeño al suyo se aferraba a él con determinación.
Al bajar la mirada pudo encontrar un claro cabello castaño interrumpiendo la visión del rostro del otro chico que dormía plácidamente entre sus brazos. Tenía el cabello despeinado, con los mechones colocados de cualquier forma; el flequillo tapando su frente, llegando casi a cubrir sus ojos.

Hyunjin se quedó estático observando la bonita imagen que tenía frente a sus ojos, mas lejos estaba de disfrutar esa maravillosa vista, demasiado preocupado por lo que había hecho la noche anterior. Su corazón latía con fiereza, y podía jurar que su cuello había comenzado a sudar cuando los pensamientos negativos comenzaron a azotar su mente, como si tratasen de torturarlo por haber cometido un error al haber invitado al menor a subir a la cama con él.

Quitó los brazos de Jeongin de su alrededor, de la forma más cuidadosa posible, tratando por todos los medios de que él no despertarse, porque si lo hiciera, ciertamente, Hyunjin no sabría cómo reaccionar. Salió de la cama notando como sus nervios se intensificaban, y volvió a cubrir el cuerpo del menor con la manta antes de dirigirse a la mesilla de noche para agarrar su móvil, finalmente saliendo de la habitación sin olvidarse de echar un vistazo a todos sus amigos, rezando porque ninguno hubiera presenciado esa escena. Soltó un suspiro más tranquilo al confirmar que todos seguían durmiendo apaciblemente.

Abrió la puerta de su habitación, después girándose para cerrarla intentando hacer el menor ruido posible. Cuando se dispuso a voltearse con la idea de ir a la cocina, su corazón casi sale de su pecho al encontrarse a Chan parado justo detrás suyo, con su cabello verde, un poco ondulado, despeinado y una expresión cansada, con sus ojos pareciendo cuestionarle algo a través de su mirada.

–He-ey, Chan –Se apoyó con el codo en la puerta, soltando una risa nerviosa, mirando a su amigo, inquieto. El pelinegro tenía más que claro que Chan había podido ver a Jeongin dormir junto a él, y posiblemente tendría muchas preguntas al respecto puesto que, por todos es sabido, Hwang no es muy fan del contacto.– ¿Qué haces despierto tan pronto? ¿Dormiste mal, acaso?

–No, que va –Su voz salió desinteresada, al igual que el gesto que hizo con sus facciones. Sin embargo, antes de lanzar la siguiente pregunta, los ojos del peliverde se quedaron fijos en él, llenos curiosidad y dudas.– ¿Y tú? ¿Dormiste... Mal?

–¿Yo? –Se señaló, abriendo ligeramente más sus ojos y alzando ambas cejas, tratando de verse sorprendido.– ¿Por qué no habría de dormir bien? Es mi casa, yo... Dormí como siempre. –Con un poco de suerte Chan no había deparado en ellos mientras dormían.

–Uhum... Ya veo –Asintió, hablando lentamente, sin saber muy bien cómo continuar aquella conversación. Por las mañanas no era una persona muy avispada.

–Iré a desayunar... ¿Vienes? –Señaló el pasillo, sin apartar los ojos de su mayor, buscando en él cualquier rastro que pudiera indicar si había visto algo.

–Sí, de hecho ahora iba a despertarte para pedirte que me buscaras algo para desayunar. –Comenzó a caminar junto al dueño de la casa hacia la cocina.– Siempre pensé que eras un chico madrugador, es extraño ver que despertaste tarde. –Hyunjin se giró a mirarlo, alarmado.

–¿Qué hora es?

–Van a ser las once –Se encogió de hombros.

–Es... Es la primera vez que duermo tantas horas seguidas –Su voz salió en un murmullo silencioso, abrumado al percatarse de todas las horas que había descansado. Es cierto que se despertó dos veces en medio de la noche, una a causa del menor y otra sin ningún motivo aparente, pero sin duda había sido la noche con más horas de sueño que había tenido desde que empezó secundaria.