Just a little kiss || HyunIn

10

El azabache más bajito y el chico de constelaciones en las mejillas seguían de intrusos en la habitación de Yang, sin despegar su curiosa mirada de la foto.

–¿Tendríamos que tomarle importancia? –Cuestionó Changbin algo dudoso, caminando un paso hacia adelante hasta posicionarse frente al australiano, tapándole la vista de la imagen para que prestase total atención en él.

–No sé... –Suspiró indeciso, cruzando sus brazos mientras cambiaba el peso de su cuerpo a la pierna derecha.– No deberíamos, es sólo una foto, pero... –Se quedó un rato en silencio, tratando de buscar las palabras para expresar lo que pensaba.

–Pero no se siente como algo sin importancia, entiendo. –Terminó completando el contrario, comprendiendo lo que el pelinaranja quería decir.

–Es un sentimiento extraño. –Explicó.– Es como si fuera de suma importancia para él. Quiero decir... –Pasó su vista por la extensión del lugar, fijándola meticulosamente en cada pared.– es la única foto que hay en toda la habitación, por lo que tiene que tener un valor sentimental bastante grande.

–En verdad es como que todo muy raro, ¿No? –Comentó Seo tras unos segundos de completo silencio, que aprovecharon para divagar sobre el tema en sus pensamientos, captando nuevamente la atención de Lee.

–¿El qué?

–Ya sabes... Todo esto –Hizo un movimiento circular con ambos brazos, como si estuviera envolviendo algo dentro de un círculo.– Primero aparece Jeongin, el cual es amigo de la infancia de Hyunjin. Según ellos no era muy cercanos de pequeños pero el enano tiene una foto de ellos dos juntos como si fuera un tesoro –Comenzó a enumerar el pelinegro.– Hyunjin se preocupa por Jeongin y, a cambio, él solo tiene ojos para Hyunjin. Es como que hay muchos huecos sin rellenar en lo que nos contó Hwang el día que conocimos a Jeongin, ¿No crees tú eso? Cómo que faltan muchísimas cosas por saber de ambos.

–En general hay muchas cosas que no sabemos de Hyunjin. Porque, dime una cosa, ¿Alguna vez él te habló de su infancia? ¿De sus padres? ¿De sus amigos? ¿Sus cumpleaños? –Changbin lo miraba atento, siguiendo sin perderse ningún detalle lo que decía su amigo. Ambos se veían bastante serios por fuera, pero lo cierto es que en el interior se estaban creyendo las personas más inteligentes y perspicaces de la faz de la tierra, se sentían como detectives uniendo pistas para resolver un caso.– Porque yo solo sé de su vida a partir de que entramos en ella, de lo anterior no tengo ni la más mínima idea. –Se quedaron en silencio mirándose, tratando de responder, en su mente, las preguntas que acababa de hacer el más alto.

–Wow, Felix... –Changbin lentamente fue sonriendo, sin poder evitarlo.– ¿No somos como que muy inteligentes?

–Hombre, pues sí –El pelinaranja también sonrió, dándole un golpecito en el hombro al contrario, para luego meter las manos en sus bolsillos adoptando una pose triunfante.

–Deberiamos investigar este asunto más a fondo, pero sin decirle a nadie más, una misión solo para ti y para mí. –Sugirió Seo.

–Me parece una idea excelente. De hecho, te lo iba a ofrecer ahora –La afirmación del pecoso llegó en segundos.–, por eso te dije que vinieras.

–¿No es demasiado genial estar casi conectados mentalmente?

–El hilo rojo, tiene que ser eso. –Felix alzó su meñique frente al rostro contrario, agrandando su sonrisa cuando el azabache también sonrió y llevó su mano a la contraria para poner su meñique junto al otro.– Está bien, ¿Deberíamos ponernos nombres en clave? –Preguntó mientras entrelazaba ambos meñiques, volviendo a bajar sus brazos, centrándose nuevamente en el tema principal de la conversación.