Parece que fue ayer cuando se fue,
Al barrio que hay detrás de las estrellas,
La muerte que es celosa y es mujer,
Se encaprichó con él,
Y lo llevo a dormir siempre con ella.
Joaquín Sabina Y Fito Páez –"Flores en su entierro"
—¿Quiénes son estos? —preguntó mirando una fotografía que casualmente le quedaba cerca.
—Son mis compañeros del colegio donde estudié en Londres. Ese de ahí es Ian, mi mejor amigo.
—¿Tu mejor amigo? ¿Ese lugar no le correspondía a Kes?
—Somos tres, Ian, Kes y yo. Kes estuvo en Inglaterra en el mismo colegio que yo, era mayor que yo pero construimos una buena relación.
* * *
—¡Esto no me parece divertido Kes! —gritó Ryuu
—¿Acaso ves que me estoy riendo? —respondió igual de alterado el chico—. Acaba de llamarme Steven. —El novio de la dominicana se llevó las manos a la cara, Taina no conocía al susodicho, pero recordaba bien quien era Ian. Preocupada por Ryuu lo abrazó, sin saber que hacer o decir.
—Ian... —Amelie parecía conocerlo. Efectivamente si lo conocía, ahora que recordaba bien Amelie también se encontraba en aquella foto que estaba en la repisa de Ryuu. La noticia de la muerte de este querido petrificó a los presentes y aunque los jóvenes trataban de contenerse, el dolor era demasiado notorio. El de ojos grises se dejó caer en un banco y el castaño seguía sin decir palabra. Luego de minutos eternos, Ryuu recuperó el habla.
—Tenemos que ir a Londres.
—Oui —añadió Amelie.
—Yo... yo no puedo. —La opresión en el pecho por ni siquiera acudir al funeral de su amigó casi le hace perder la respiración, pero no podía dejar a su madre sola.
—¿Te dijo... —a Ryuu se le cortó la voz, pero tragó saliva para humedecer sus cuerdas vocales y continuó—... te dijo Steven cómo fue? —Kes escondió el rostro entre sus manos negando pronunciar la verdad— ¡Kes!
—Se ahorcó. —Suicidio... ¿Qué pudo haber impulsado a un chico con tanto vigor y energía como Ian a quitarse la vida?
—Tengo que prepararme para irme esta misma noche —miró a su novia con ojos tristes— ¿Vendrás? —Ella asintió segura.
—Tengo lo de Kioto, pero llamo para cancelar y...
—¡Cierto, lo de Kioto! —la interrumpió Ryuu—, ve. Yo estaré bien.
—Ryuu... —Taina calló, no sabía cómo actuar y quizá dejarlo solo le haría bien. La pérdida sigue siendo una perdida. El pelirrojo llevó a Taina hasta su apartamento, se despidieron con un silencioso abrazo y se marchó.
Lo último que supo de él esa noche, fue que partió junto a Amelie en el vuelo de las tres treinta de la madrugada hacia Londres.
* * * * *
Diez días...
Diez días con sus noches habían pasado desde que Ryuu se fue a Londres, los primeros cuatro días se escribían y en ocasiones coincidían despiertos y hablaban por teléfono, Ryuu se escuchaba apagado y sin ánimos. No obstante, a partir del quinto día se detuvieron los mensajes y las llamadas.
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20 años, cosidos a retazos ©
ChickLit***EDICIÓN COMPLETA CON LA VERSIÓN 2015*** ***Novela finalista en la categoría chick lit: en ascenso en los premios watty 2014*** ***Primera parte de la bilogía Katharsis*** Ella odia que la toquen... Una noche descubre que tiene un admirador secret...