Capítulo III

1.2K 144 243
                                    

"A veces las personas no son lo que nos hacen creer que son".

Llegué a la residencia bastante agitada por la apresurada y larga caminata, casi se me olvidó de que Colin tenía algo que decirme, estuve distraída con Cathy mientras el tiempo corría, pero pasar el tiempo con Cathy era reconfortante, así que valió la pena cada segundo.

Saqué las llaves y entré a la habitación, Colin estaba acostado y pude notar que acaba de ducharse, tenía el pelo mojado y los pies descalzos. Se veía bastante bien, había olvidado lo bien que se veía sin camiseta y con esos pantalones. Me deleité con esa imagen y me reprendí a mi misma por esos pensamientos llenos de lujuria y sentí que mis mejillas se ruborizaban, no pude evitar sonreír.

— Hey, al fin has llegado An, pensé que nunca llegarías — dijo levantándose de la cama para sentarse y se pegó las manos a las rodillas con fuerza, parecía bastante nervioso, noté su mirada muy extraña y eso realmente me preocupó.

— Me encontré a Cathy, pensé que no iba a soltarme nunca — confesé y se me escaparon algunas carcajadas y él hizo una mueca intentando sonreír — ¿Oye Colin te encuentras bien? Pareces algo nervioso. — pregunté sin poder ocultar mi preocupación.

— ¿Y qué tal está Cathy? Hace tiempo que no la veo. — evadió mi pregunta rápidamente — ¿y dime dónde iremos a almorzar? Tengo un apetito terrible aún no he comido nada —espetó dejando salir un suspiro, intentó distraerme de mi pregunta y lo dejé pasar, por ahora.

— Como siempre bastante loca y muy atontada por Isaac — dije gesticulando con las manos para indicarle locura — ¿Qué tal si probamos algo fuera de lo común? Hay un restaurante peruano a unas cuadras de aquí — sugerí, la verdad me apetecía comer algo casero y novedoso.

— Si claro, tengo tanta hambre que me comería lo que sea — confesó echándose a reír intentando disimular su nerviosismo — y ¿cómo se llama el lugar? — preguntó.

— Inka, nunca he ido pero Cathy me ha contado que es excelente. Anda apresúrate para irnos — ordené y le lancé su camiseta por la cara, él hizo un gruñido juguetón como respuesta.

Llamé un taxi porque no tenía ganas de caminar y sentía que me desplomaría de tanto apetito, el estómago me gruñía suplicando por algo de comida.

Llegamos al restaurante, era un lugar muy bonito y llamativo, nos sentamos en una mesa para dos y luego se acercó un mozo para entregarnos el menú.

Él ordenó lomo salteado y yo pollo tropical, devoré mi plato con muchas ganas estaba más que delicioso, jamás había probado algo tan exquisito, se volvió mi nuevo lugar favorito para almorzar, le sonrío levemente a Colin quien por cierto no había emitido un solo sonido, ni una sola palabra, al parecer estaba bastante pensativo y decido sacarlo de su trance.

— Y ¿qué te ha parecido el lugar Colin? — pregunte intentando traerlo devuelta de ese viaje mental que estaba haciendo pero seguía sumido en lo profundo de sus pensamientos y le hice señas con las manos diciéndole — ¡An llamando a Colin!, ¡An llamando a Colin! — con una voz robótica y luego no pude aguantarme y me eché a reír.

— Ah.. perdona es que estaba pensando en algo que me está carcomiendo el cerebro y necesito contártelo porque no quiero que termines sabiéndolo por terceros, pagaré la cuenta para poder irnos — dijo distante y pensativo, y de manera exigente solicitó la cuenta

ANNE©[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora