Capítulo XXVIII

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Sus palabras se repiten y dan vueltas en mi cabeza como un carrusel — Deberías saber que a veces el mar azul también se tiñe de rojo..— a donde quiere llegar con todo esto.

Pues ya que estoy aquí voy a descubrirlo, él me mira de una manera divertida como si esto sólo fuera un juego para él — un juego macabro —, una leve curva se forma en sus labios, sonríe apretando los labios, una fina línea se forma en su rostro, esperando a que yo reaccione ante sus palabras.

Mi corazón retumba en mis oídos, aprieto los puños y luego los suelto liberando la tensión en mi, me siento como un pequeño ratón apunto de ser devorado, porque eso es lo que él pretende con todo esto, eso es lo que quiere, puedo verlo en sus ojos.

Como es que pudo camuflarse tan bien todo éste tiempo, aún no puedo creer que existan personas capaces de ocasionar tanto daño y tanto caos, dañar a personas inocentes como mi madre, es de enfermos, me arde la rabia por dentro. Escucho como el detective Jones se posiciona detrás de mi.

— Hola Norman.. — mi voz es fría, trato de disimular todo el pánico que se está desatando dentro de mi. Sus ojos se abren y tienen un brillo aún mucho más intenso que hace un rato.

Ahora que lo veo, siento hervir la rabia y el odio dentro de mi, no sabía que se podía odiar tanto a una persona y temerla con la misma intensidad. Odiaba a mi padre, pero no era con esta magnitud y para nada le temía.

— Me encanta como suena mi nombre en esos labios. — dice y se relame los labios, una sonrisa lasciva y llena de malicia se forma en su rostro.

Todo de él me repugna, me arde el pecho de odio, he olvidado el miedo que sentía hace un momento. Y por un instante, en un pequeño milisegundo cruza por mi mente asfixiarlo y ver como la vida se escapa de sus ojos. Tal vez todos tenemos un poco de oscuridad en nosotros.

— ¡Ya dime lo que quieres de una maldita vez! — elevo mi voz, aprieto los puños a mis costados y  siento como la rabia se apodera de mi, estoy harta de su juego, pero mi reacción solo lo divierte aún más.

— No diré nada.. si ese hombre sigue ahí.. — dice con una voz profunda y señalando hacia el detective Jones con su mano libre.

Miro al detective Jones y le pido que nos deje a solas, él se negó, pero yo ya quería acabar con todo esto y largarme de aquí, olvidarlo todo y empezar de nuevo, así que insistí. El detective accedió con la condición de que dejáramos la puerta entre abierta y así fue.

— Ya tienes lo que querías, ahora habla. — digo y mantengo mi postura rígida.

— Perdóname. — dice de repente, su expresión de diversión cambio repentinamente a una de arrepentimiento, ¿Que? ¿A quien demonios me estoy enfrentando?, me quedé helada.

La confusión y la duda se reflejan en mi rostro, hace un instante parecía que podía destruirme con la mirada y ahora, ahora es como si yo tuviera control de la situación, pero no voy a caer en su juego.
Al no decir nada él interrumpe el silencio.

— Se que no estoy en posición de pedirte nada.. pero antes de que me trasladen.. quería pedirte perdón.. por todo. No podía irme así, sin antes disculparme.. — si no supiera qué es un manipulador experto ya habría caído en el juego del lobo arrepentido. Pero ni siquiera él está creyendo sus palabras.

— ¿En serio? — la incredulidad y la frustración se dan paso atreves de mis palabras — ¿Porque lo hiciste Norman? ¿Porque decidiste acabar conmigo? — y estuvo a punto de acabar conmigo, esas preguntas me estuvieron carcomiendo desde esa fatídica noche, necesito saber porque me eligió a mi. Si fue intencional o lo planeo todo desde un principio — ¿Porque? — digo al último, reiterándole con brusquedad.

— Yo no quería acabar contigo. — su voz es casi inaudible. — Yo.. no estaba pensando con claridad. Estaba tan frustrado porque me habías dejado, estaba cegado y no veía más allá.. — si no conociera su historial tal vez ya le hubiera creído. Pero esto es mucho más que una frustración. — Quería empezar de nuevo e incumplí las condiciones de mi liberación para salir del estado de California y entonces Colin apareció.. luego te conocí y algo en ti captó mi atención — dice mientras fija su mirada en el techo. Y suspira.

— ¡Eres consciente de que no te creo nada y de que eres el único culpable aquí ¿verdad?! — si él estaba frustrado aquella noche, no se como estoy yo ahora. Mi voz se ha elevado considerablemente. Sentí otra vez que me estaba culpando a mi de todo, por haberlo dejado. De que todo lo qué pasó fue porque tuve la dignidad y el valor de terminar esa relación.

— Si soy consciente. — dice agachando la cabeza — pero debiste darme una oportunidad, así Colin nunca se hubiera ido.. — habla como si en su cabeza existieran dos personas, hasta hace un rato estaba Norman, pero ahora siento que Colin es el que me está hablando, por el que en algún momento creí haber sentido algo. Pero no, jamás voy a doblegarme y rendirme ante su repentino cambio.

— Colin nunca existió. — continué fría e inquebrantable.

Y sin darme cuenta dejándome llevar por mis impulsos de querer estrangularlo con mis propias manos, ya me encontraba parada a su lado, a unos centímetros de él.

— En eso tienes razón Anne. — la voz fría de hace un rato a vuelto, y un escalofrío recorre mi cuerpo. Intento retroceder pero él me coge de la muñeca. — Colin nunca existió. — dice al final, me quedé helada incapaz de moverme, mi corazón comienza a acelerarse desenfrenadamente, y él podría sentir mi pulso en su agarre.

Cuando por fin salgo de mi estado de estupefacción intento gritar, pero entonces él levanta la otra mano que supuestamente estaba esposada — todo el tiempo estuvo fingiendo este mal nacido — y con una agilidad impresionante ante mis sentidos me agarra del cuello con ambas manos para ahogar mis gritos haciendo crujir los cartílagos de mi garganta, le clavo las uñas en sus brazos, rasgándole la piel, pero a él no parece molestarle, intentando zafarme de su agarre, ya no puedo respirar, cierro con fuerza los ojos he intento liberarme nuevamente.

— ¡Ábrelos! — me ordena — quiero ver como el azul de tus ojos se inyecta en sangre. — dice con una voz mucho más gruesa y sombría casi gruñendo, cargada de malicia.

Yo abro los ojos y puedo ver su sonrisa de satisfacción, el placer que le provoca causarme dolor se refleja en sus ojos de miel con un brillo intenso, sus dientes se rozan entre sí, sus músculos se tensan, cada fibra de sus brazos se mueve bajo mis manos que poco a poco van perdiendo fuerzas.

— Quiero ver como la vida va dejando tus ojos. — dice y aprieta aún más. El dolor es insoportable, un dolor que jamás había experimentado. Mucho más doloroso que cualquier golpe en la cabeza.

Yo ya me estoy perdiendo, empiezo a sentir como algo frío va subiendo por mi cuerpo, lo único que puedo emitir son sonidos leves de ahogamiento, está haciendo exactamente lo que yo quería hacer con él, siento que me silban los oídos, mi respiración y mis latidos van disminuyendo, la sangre ya no llega a mi cabeza. Siento que voy perdiendo la conciencia. Ya casi no distingo, empiezo a ver borroso algunas lagrimas escapan de mis ojos, la falta de oxígeno comienza a confundir mi mente, es como si me estuviera exprimiendo la vida.

Entonces en medio de mi agonía me pregunto, ¿Que se siente cuando estamos muriendo? Nunca me lo había preguntado, ¿será que se siente de esta forma? En los momentos finales, muchas personas tienen experiencias fuera del cuerpo, una cita con familiares en un lugar tranquilo, una sensación de mayor conexión con el universo y, por supuesto, ver la clásica luz brillante al final del túnel. Pero, ¿qué es lo que realmente está sucediendo allí? ¿Que es lo que realmente sentimos?.
Tu vida parpadea ante tus ojos. Muchas personas ven momentos significativos en su vida que regresan a ellos. Cada cosa buena que puedo recordar antes de perder el conocimiento hacen que esta experiencia de muerte se sienta bien, y casi acogedora. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, y siento como el aprieta aún más, con más rabia.

Es posible que nunca sepamos con certeza lo que está más allá de la muerte, si es que hay algo, pero al menos moriré sabiendo que él vio una sonrisa en mi rostro, y ninguna señal de dolor, como él pretendía.

Disfrútalo mientas puedas Norman..

Él no pudo huir de su odio y creo que yo tampoco puedo huir del mío.

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Nota de autora: este capítulo es corto, pero trabaje mucho en el. Espero les guste.

ANNE©[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora