Capítulo XIII

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— Hey.. despierta hermosa.. — siento que alguien me toca la mejilla y abro los ojos lentamente.

Ahí está él mirándome fijamente, acariciando mi mejilla con la yema de su pulgar y apoyo por completo mi mejilla a la palma de su mano, no porque quería hacerlo — o tal vez si — si no que fue un reflejo y él tampoco aparta su mano y continua acariciándome.

— Hemos llegado.. — ¿donde hemos llegado? Solo puedo ver árboles y ya está obscuro, aparta su mano para desabrocharme el cinturón y eso me hace recordar que tan cerca lo tuve hace un momento.

¿Será que él está sintiendo todo lo que yo siento cuando estamos cerca? ¿O soy solo yo la que no puede controlarse?

— Me he quedado dormida.. ¿donde llegamos? — y  trato de quitarme la pereza.

— Si debió ser por el vino.. — me dice sonriendo refiriéndose al hecho de haberme quedado profundamente dormida. — Ya lo verás.. — dice bajándose del vehículo para darse la vuelta y abrirme la puerta.

— Gracias.. — Alzo la vista para mirarlo y él me tiende su mano a modo de ayuda, el mínimo contacto con él me produce una extraña sensación que me encanta y aprovecho la más mínima oportunidad de sentirlo así que acepto su mano.

— Caminaremos un poco.. ¿podrás? Es que el sendero es un poco rocoso.. — me dice sosteniéndome con firmeza, como si tuviera miedo de que me tropiece.

— Si.. no te preocupes.. creo que podré sola — miento no voy a poder sola, no quiero que me suelte. No quiero que me suelte jamás. Como una persona puede atraparte desde el primer momento que la vez, nunca me ha pasado y esto es muy extraño. Es algo nuevo para mi.

— Solo ten cuidado en no tropezar.. — me sonríe y me guía para que camine a su lado. Realmente es un poco complicado caminar, hay muchas rocas y debido a eso camino demasiado lento.

— Ya no distingo muy bien por donde puedo o no pisar — digo esforzando la vista y abriendo más los ojos tal vez así pueda ver mejor.

— Puedo llevarte acuestas en la espalda.. — se detiene para observarme. ¿Subirme a su espalda? Llevo vestido, como se le ocurre, se me va a ver hasta la conciencia.

— ¡¿En tu espalda?! — digo sorprendida — Tal vez no te has dado cuenta que llevo vestido — le señaló con ambas manos lo que llevo puesto para que se dé cuenta que no es una buena idea.

— Nadie te verá.. — y lo dice con tanta tranquilidad — será mejor que decidas pronto o nos perderemos lo mejor del ocaso — me hace un gesto para que me suba, dobla un poco las piernas para que yo pueda subir a su espalda.

Ya que más da, en mi condición de ebria llegaremos al amanecer.

— ¡Al diablo con todo! — digo y me subo a su espalda. — solo no te burles.. — escucho como se le escapa una risa, es algo que me encantaría escuchar más seguido.

— Jamás lo haría.. — puedo notar su sarcasmo sé que muy pronto se va a burlar, encontrará la manera.

Me aferro con fuerza a su torso y coloco el mentón en su cuello, siento como sus manos agarran con fuerza mis muslos — menos mal me he quitado el vello de las piernas — puedo sentir como cada fibra de sus músculos se tensan con cada paso que da, mientras me lleva puedo aprovechar el aroma de su perfume que deleita todos mis sentidos, su respiración es controlada está acostumbrado a realizar esfuerzos y vaya que soy pesada.

Puedo disfrutar de la brisa en mi rostro, cada vez que avanzamos puedo oír el sonido del agua chocar con las rocas, las ramas de los árboles se mesen con el viento, el aire fresco se mezcla con el aroma de Thomas, es vital, algo que no sabía qué necesitaba para sentirme plena, hasta ahora.

ANNE©[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora