Easily Hide. (5SOS)

25. Loving Can Hurt Sometimes

Cogí un coletero e hice un moño mal hecho con mi pelo, con un par de rizos sueltos.

Me miré al espejo y pasé la manga de mi sudadera por mi nariz. Me encontraba mal, tenía unas ojeras que llegaban al suelo, la garganta me iba a explotar y hablaba con dificultad y dolor.

Caminé de nuevo a mi habitación para coger una bufanda y un gorro de lana. Abrí la puerta y miré a mi hermana, sonreí de medio lado y negué con la cabeza, ella tapó su cara con sus manos y yo reí.

- No me hagas recordar lo de anoche Trisha por favor

- ¿Con que solo erais amigos? - abrí el armario y negué con la cabeza

- Me gusta, ¿vale?, y mucho

- Tiene un culo bonito

- ¡Cállate! - gritó

- Ay Tina, que la han desvirgado

- ¿Sabes la vergüenza que pasamos?

- Nop - coloqué mi gorro y salí de mi habitación encontrándome de frente a Beau - Hola

- Pareces una vagabunda - dijo mirando mi atuendo de arriba abajo y yo puse los ojos en blanco - ponte anti ojeras o algo

- Estoy mala gilipollas

El sonrió de medio lado y puso sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón. Se dirigió a la escalera. Miré mis viejas Nikes y puse la cabeza de lado. Estaba divina.

La noche anterior cuando llegué a casa Tristan estaba desvirgando a mi hermana, no olvidaría sus caras en mucho tiempo, de hecho, acabé en el suelo de la risa. Tristan estaba bien dotado y se notaba que a mi hermana le gustaba por sus bajos gemidos y jadeos.

Bajé las escaleras con pereza y vi a Paul que estaba sentado en el sillón leyendo el periódico.

Aunque fuese un intruso era como un nuevo abuelo y me caía bien.

Le sonreí y caminé hacia la cocina donde estaba sentado Beau junto a mi abuela.

- ¿Cielo te encuentras bien? - preguntó mi abuela y yo negué con la cabeza

- Me duele la garganta, la cabeza y tengo mocos

- ¿Vas a ir hoy a clase?

- Hoy explican algo importante de biología, después me vuelvo a casa

- ¿Cómo?

- Tengo biología a segunda y cuando termine me vengo a casa

- Llévate el móvil

***

Miré a Stella y apoyé mi cabeza en su hombro. No había visto a Calum en todo el día y lo que quedaba de mi orgullo se estaba esfumando, tenía que hablar con él. Me sentía jodidamente mal y que Calum estuviese enfadado conmigo me hacía sentir mucho peor.

Me molestaba mucho, me molestaba que fuese tan orgullosa y que mi orgullo se esfumase por ese imbécil, ¿y por qué tenía que tragarme el orgullo siempre yo? Esa pregunta rondó por mi cabeza toda la hora de biología y al final llegué a la conclusión de que perdería mi orgullo todas las veces que fueran solo por él, porque le quería y nunca había querido a nadie de esa manera.

Sonó el timbre y me levanté de la silla rápidamente. Caminé hacia la salida del instituto. No me despedí de Stella ya que mis amígdalas inflamadas me impedían articular una sola palabra. Vi el pelo mal peinado de Michael y decidí preguntarle donde estaba Calum.

Le toqué varias veces con el dedo en la espalda y se dio la vuelta clavando sus bonitos ojos claros en los míos.

- Hola enana - sonreí