60. Despedida

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En mi mente solo corría el pensamiento de que todo fuera una especie de susto, que estaba baja de defensas y que se había desmayado por eso.

Pero no era así.

Caminé descontrolado por el pasillo del hospital esperando alguna respuesta de algún maldito médico.

No estaba preparado para perderla.

No.

Y mucho menos después de haberme mentalizado de que íbamos a estar juntos.

Mi piel estaba blanca y fría, como si estuviera muerto, pero era el miedo lo que causaba ese efecto en mi.

Apreté mis ojos y mi mandíbula, restregué mis manos sobre mi pantalón y dejé que las lágrimas salpicaran mis pestañas, a causa del miedo que me producía el pensar que la iba a perder.

Pero no era el único que estaba cagado de miedo, la cara y los rizos de Brad habían perdido ese brillo característico de él, la abuela de Trisha solo podía temblar y Tina se torturaba a si misma cada minuto preguntándose por qué Trisha y no ella.

Lo que más miedo me daba era pensar que Trisha se iba a ir sin resolver el asunto de su hermano perdido, que siempre me había parecido una telenovela sudamericana todo ese rollo, pero por lo menos se merecía una explicación.

- Familiares de Trisha Winter - Tina y su abuela se levantaron - está sufriendo un rechazo de corazón, no podemos hacer nada

Una angustia amarga lleno mi pecho y lo único que pude hacer fue apollar mi cabeza sobre mis manos y llorar hasta la saciedad.

El médico seguía hablando, dijo que la podrían mantener estable un par de horas, lo suficiente para despedirse.

Nunca me había sentido así.

Pensaba que todo era una broma.

Una estúpida broma sin gracia.

Empezaron a pasar todos de uno en uno para irse despidiendo de ella.

El primero fue Luke, después Michael, Paul, Beau, Ashton, Stella, Lux, Brad, Tina, Rose y por último yo.

Todos ellos salieron llorando o conmocionados de la habitación.

Yo tenía miedo de entrar.

Caminé pensando en cada paso que daba hacia la puerta de la habitación y todo esos meses juntos corrieron en mi cerebro en dos segundos.

Respiré hondo, me tragué las lágrimas y abrí la puerta.

Giró la cabeza y esbozó una pequeña sonrisa. Su estúpida sonrisa.

- Por fin tu - dijo y yo me senté a su lado

Apreté su mano con delicadeza y la miré.

- Me voy a morir, ¿verdad? - tragué un poco de saliva, la miré a los ojos y asentí - no me preocupa - evitó mi mirada

- ¿No tienes miedo? - dije

- Me preocupas tú - me miró de nuevo - me da miedo que hagas cualquier bobería de las tuyas

- No voy a hacer ninguna bobería Trisha

- Prométemelo - le enseñé mi meñique y ella entrelazó el suyo con el mío

Me acerqué a ella para besarla una vez más, y sin poder evitarlo las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Agarró mi cara con sus dos manos y la separó un poco de mi. Acarició mi mejilla y sonrió.

- Bebé - comencé a llorar y la abracé - no estés así mi amor, sé que esto es duro para ambos, pero todavía tengo vida en ti, ¿vale? - sollocé - vive una vida que recordarás y hazme sentir orgullosa, que ¿por qué tenemos que ir al cielo? Si lo tenemos aquí, ahora mismo... - acarició mi pelo - Calum este es mi momento, me tengo que ir, ya no doy para más, ni con un nuevo corazón funciono - soltó una pequeña risa y me separé de ella y la miré a los ojos - me has hecho vivir el mejor año de mi vida, y eso no lo voy a olvidar nunca, ¿vale? - asentí - Te amo con locura de verdad, con cada parte de mi cuerpo y sin ti...soy una alcachofa peluda, te quiero Calum, y eres la primera persona que he querido de verdad

- Te quiero muchísimo de verdad - apreté mis labios - no quiero que te vayas

- Estaré aquí - señaló mi corazón - dándote la lata - asintí - y quiero que me hagas un favor

- ¿Cuál?

- Soluciona lo de Brad y mi familia, yo ya no tengo tiempo de hacerlo

- Vale

- Y vive tus sueños, sé que vas a ser un gran bajista y vas a tener muchísimas groupies - noté que iba a llorar y la abracé - no puedo son muchas despedidas juntas

Me acosté a su lado y cerré los ojos.

- Nunca me cansaré de decirte que -

- Como dos imanes que se atraen e inevitablemente tienden a acabar juntos, tarde o temprano

- Eso es - noté su risa - te amo Calum

- Y yo a ti Trisha

Lo fuimos, lo somos y lo seremos.

Mi primer gran amor.

***

Trisha y yo fuimos como dos imanes que se atraen, e inevitablemente tienden a acabar juntos, tarde o temprano. Intentamos alejarnos, volviéndonos a equivocar, si no era uno era otro, siempre ocurría algo, siempre había una razón que hacía que uno de los dos se enfadara con el otro, sin embargo, con la misma facilidad, volvía a aparecer la razón que hacía volver a besarnos. Podría enumerar todos sus berrinches, todos sus "ahora no hablo", pero seguramente sería mucho más extensa la lista de miradas, besos, palabras bonitas, las visitas inesperadas, las canciones para pedir perdón o los pequeños detalles que solo el uno conoce del otro. ¿Cuántos recuerdos caben en una hoja de papel? Yo diría que tantos cómo caben en la piel, en la memoria, en los labios, en la lengua. Pero yo no quiero hablar de Trisha cómo si fuese un recuerdo. No quiero que te conviertas en extraña pequeña. Convertirte en un recuerdo es el primer paso del olvido involuntario, del terrible conformismo. Yo te hablo en presente, en presente, aunque no te tenga. No te conjugo en pasado porque me pesa, no te conjugo en futuro porque no te tengo. Te hablo en presente, cómo si viera tus días, cómo si no sumara en el calendario seis lunas llenas sin ti. Y te amo eterno, sin tiempo, sin fecha de caducidad, sin limite. Te amo ahora porque es lo único que tengo. Pensando en que efectivamente la eternidad es una sucesión de bienvenidas infinitas y furtivas. No eres un recuerdo, eres el instante mismo en que te pienso. Siempre tuyo, siempre mía.

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