34.Es Mi Gravedad

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- ¿Estás mejor? - despegué mis ojos del móvil y miré a Alice

- ¿Quieres que te mienta o que te diga la verdad? - cuestioné con el continuo nudo en la garganta que llevaba teniendo todo el día

- Miénteme

- Estoy genial

- ¿Quieres hablar sobre ello? - negué con la cabeza

- Le necesito, eso es todo, y por culpa de sus celos y sus mierdas ahora quiere que estemos separados - se me llenaron los ojos de lágrimas - y ni si quiera tengo el valor para escuchar el cd que me ha dado

- Si te sirve de consuelo, mi novio, Darren, me dejó al saber que estaba enferma - dijo y agachó la cabeza - por lo menos él te quiere

- Lo sé - una lágrima rebelde corrió por mi mejilla y la limpié con mi dedo índice - le quiero mucho, no hay nada que me haga sentir así, nunca lo ha habido y nunca lo habrá, es mi gravedad, me hace seguir con los pies en el suelo y además de eso es la fuerza que me impulsa para seguir adelante - tapé mi cara con mis manos, frías, que se calentaban un poco con el paso de las lágrimas por estas - daría lo que fuese por escuchar un te amo otra vez de sus labios

- Estás enamorada - dijo y se sentó en mi cama

- Jodidamente enamorada - sonreí un poco pero en fracciones de segundos la pequeña sonrisa se esfumó de mi cara, ya que comprendí que no tenía razones para hacerlo

- ¿Escuchamos el cd que te ha dado? Tengo el portátil aquí... - al principio dudé pero luego accedí
Se levantó de la cama y se agachó con cuidado de hacerse daño en sus riñones, que por cierto, uno de ellos no funcionaba y estaba haciendo terapia para que este volviese a hacerlo, caminó de nuevo hacia la cama y se sentó a mi lado.

- Déjame el cd por favor - abrí el cajón y se lo di, leyó lo que ponía en este y me miró sonriente - qué lindo

- Ya - me encogí de hombros y metió el cd en la ranura donde se meten los cd's

- Son canciones y creo que grabadas por él - dijo mientras leía y un puñal se clavó en mi estómago, su voz, cómo la amaba 

- ¿Quieres escucharlas tu sola o las escucho contigo?

- ¿Puedo hacerlo sola?

- Claro

Cogí unos cascos de la mesa de noche y los enchufé al portátil, los coloqué en mis oídos y le di al play a la primera canción.

- Hola Trish - respiré al escuchar su voz - esto es un pequeño recopilatorio de canciones que describen lo que siento por ti, porque soy una mierda escribiendo cartas y diciendo lo que siento - mentiroso - ahí va

***
Pasé una hora entera llorando, era tan bonito y tan doloroso lo que había hecho por mi, me había dedicado las canciones más bonitas de la historia. No podía ser más precioso.

Stella había venido a verme, me estaba achuchando fuerte porque sabía que lo estaba pasando mal por Calum. 

- Le voy a cortar los huevos de chino que tiene y voy a hacer que se los coma - dijo agresiva - puto asqueroso, menos mal que no habéis follado

- Cállate - susurré

- Le voy a matar, le voy a meter un palo por el culo y después lo voy a cortar a cachitos y lo meteré en la batidora y luego le haré un batido a las gallinas

- Eres tonta - reí bajito

- ¿Quieres que me quede esta noche contigo?

- No, vete si quieres, Ashton me dijo que iba a venir con los chicos

- ¿Insinúas que los cuatro hediondos esos, que encima uno de ellos te ha dejado partiéndote en cachitos, son mejor compañía que yo Trisha? - elevó una ceja

- Las cosas entre Calum y yo todavía no han acabado - susurré

- Claro que no lo han hecho, porque le cogeré por su pene y lo traeré a tirones hasta aquí para que te pida perdón y que volváis a estar juntos - reí

- No estamos juntos porque dice que me hace daño Stella, solo es eso - agaché la cabeza

- TE HACE DAÑO PORQUE ES UN PUTO NIÑO CELOSO E INMADURO - gritó e intenté tragar saliva, pero el nudo en la garganta, que todavía seguía ahí, no me dejaba tragar, así que apreté mi labio inferior con mis dientes para descargar la rabia en éste y mis ojos se llenaron de lágrimas - no bebé - me abrazó - no llores, ese imbécil no merece tus lágrimas

- Le necesito conmigo, es mi fuerza Stella, desde que le conozco es el dueño de mi humor, de mi ánimo y de mi todo, todo mi ser depende de él, sin él me siento vacía - susurré y ella quitó las lágrimas de mi cara

- ¿Hacemos una cosa? - asentí - Cuando salgas del hospital, saldremos de fiesta y te emborracharas y lo pasarás de puta madre

- No creo que eso me convenga...

- Sin los chicos

- No me siento segura saliendo por la noche sin los chicos

- Nos las apañaremos - me guiñó un ojo - y me tengo que ir porque he quedado - dijo mirando la hora en su móvil - nos vemos mañana florecilla - me dio un beso en la frente - adiós Alice - se despidió de ella con la mano y salió de nuestra habitación moviendo las caderas sensualmente, solo como ella sabía

Me tumbé en la cama y froté mi cara con las manos. Me levanté de ésta para ir al baño ya que no había dejado que me pusiesen una sonda, no soy una vieja, caminé hacia el baño y me miré en el espejo. Estaba horrenda, tenía los labios secos, la cara pálida y unas ojeras que llegaban hasta el suelo, los ojos hinchados de llorar y mi pelo parecía un nido de pájaros. Decidí ducharme así que cogí algo de ropa interior de la mochila que me había traído mi abuela con ropa y me duché. Pegué mi cabeza en la pared de la ducha y dejé que el agua cayese por mi cuerpo, relajando mis músculos y relajándome mentalmente.

Hasta ese momento todo el mundo me había dicho que olvidase a Calum, pero cómo olvidarle, si era el gran amor de mi vida. Su voz retumbaba constantemente en mi cabeza y no dejaba de recordar sus abrazos, aquella noche que dormimos juntos o cuando me "pidió" salir cuando nos metimos en la casa de su abuela. Leí en un sitio no mucho tiempo atrás que los pequeños detalles hacen grandes cosas y que una persona que sale de la nada puede hacer infinito tu límite, y Calum lo había hecho, había reconstruido mi mundo trocito a trocito, aunque de vez en cuando se cayese un poco, volvía a poner cada pieza en su sitio, hasta que hizo que finalmente todo tuviese sentido, fui feliz a pesar de haberme estado muriendo, amé a pesar de haberme escondido bajo una capa de hielo para que nadie llegase a mi pequeño corazoncito, Calum lo había conseguido, y aunque no me mereciese o yo no le mereciese a él, había conseguido llegarme, y me amaba a pesar de todos mis berrinches, ataques de frialdad...Calum me quería, y yo a él también le quería, más de lo que nadie nunca podría haber imaginado, y entre los dos habíamos hecho, la canción más bonita de amor que jamás podría haber sido escuchada.

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HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Bueno, hablemos.

¿Por qué hay tan pocos comentarios últimamente? Me estoy deprimiendo, porque me lo curro un montón y parece que no compensáis mi trabajo, pta vida, demostradme que estáis ahí, porfi.

¿Qué tal estáis churris mias? Yo un poco depre, aunque llevo desde agosto así, supongo que será que echo de menos a Calum idk, Calum te quiero.

¿Para hacerme feliz sabéis lo que podéis hacer? Difundir la fic, os amaría eternamente si la difundís, en serio, por vuestros grupos de wa y eso.

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Nos vemos❤️

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