Easily Hide. (5SOS)

55. Resumiendo

(Se acerca el final)

- TRISHA - gritó mi hermana tirándose sobre mi en la cama

Me despertó del susto y me froté la cara para poder abrir mejor los ojos y quitar los restos de sueño que había en mi cuerpo.

Hice un rollito con mi cuerpo y las sábanas de manera que quedase como un capullo de mariposa.

La miré, seguía encima de mi.

- ¿Qué quieres? - dije

- El teléfono, Nanna quiere hablar contigo - puse los ojos en blanco - es una buena noticia

- Tráeme el teléfono, por favor - froté mi cara - y dile a Stella que venga

- ¿Dónde está? - se levantó y caminó hacia el pasillo

- En la habitación de Beau, pero ten cuidado al respirar porque en esa habitación solo del oxígeno te quedas embarazada - sonrió y me tumbé boca bajo

Tenía incertidumbre sobre que me iba a decir mi abuela, una buena noticia, la única noticia que me había dicho mi abuela que fuese de mi agrado durante muchos meses era que se iba a casar, y en su momento mucha gracia no me hizo, precisamente.

Le di vueltas durante unos segundos sobre qué podría ser, descarté automáticamente la posibilidad de que estuviese embarazada, tal vez nos mudaríamos, pero eso tampoco sería una buena noticia.

Tina me tiró el teléfono en la cara y tras echarle una mirada de tigresa peligrosa, me coloqué el teléfono en la oreja:

- Nanna

- Trisha - noté que estaba llorando

- ¿Estás bien?

- Hay un corazón - automáticamente se me llenaron los ojos de lágrimas y no pude decir nada más - díselo a Calum - tragué saliva

- ¿Eso significa que voy a vivir? - dije

- Sí - automáticamente colgué el teléfono y salí corriendo de mi habitación

Bajé las escaleras dando saltos y abrí la puerta y corrí hacia la casa de Calum.

Toqué la puerta con ansias y esperé unos segundos que se hicieron horas para que algún alma caritativa viniese y me abriese la puerta.

Mali gracias a Dios.

- Calum está durmiendo - dijo y frunció el ceño - ¿estás llorando?

- Necesito hablar con él

- ¿La ha cagado otra vez? - sonreí

- No, esta vez no - se apartó y me dejó entrar - gracias Mali

Corrí escaleras arriba y sin tocar la puerta me metí en su habitación.

Para mi sorpresa estaba despierto.
Miraba un videoclip en YouTube de una de esas bandas raras que tanto le gustaban.

Me miró y frunció sus labios preocupado.

No supe que hacer, le miré y solo pude llorar.

Me sentía feliz, feliz de verdad, como si todo se hubiese acabado, ya podía estar con él sin preocuparme de que fuese nuestro último momento juntos, me iban a poner un nuevo corazón y podría seguir estudiando, podría ver a Calum consiguiendo sus sueños, podríamos casarnos, tener hijos y a lo mejor un perro, podría tener una familia, una vida, junto a Calum.

Sin darme cuenta sus brazos ya habían rodeado mi cuerpo para calmarme.

Después de unos cinco minutos en esa posición me separé de él y le miré a los ojos.

- Te quiero - dije

- Y yo a ti - respondió - ahora dime qué ha pasado

- Hay un donante bebé - dije y tardó unos segundos en asimilarlo, sus ojos empezaron a brillar un poquito, cada vez más, hasta que se rebozaron sus párpados y las lágrimas no resistieron más y comenzaron a correr por sus mejillas

Me volvió a abrazar, con fuerza, quitándome la respiración.

Como si toda mi vida se resumiese en ese abrazo sentí que estaba a salvo, fuera problemas, fuera enfermedades, fuera corazones deficientes, solo él y yo, mi media naranja antisocial, los mejores oscuros ojos marrones que había visto en mi vida, mi persona favorita. Y aunque por razones de la vida nos acabásemos separando sabía que me iba a acordar de él para toda la vida, porque por él aprendí a vivir cada día de mi vida como si fuese el último, y eso no lo iba a olvidar nunca.

Como dos imanes que se atraen e inevitablemente tienden a acabar juntos.

***

- ¿Cuándo te operan? - dijo Luke

- Mañana - dije - ingreso esta noche

- ¿Tan pronto? - Lux elevó la ceja

- Sí, porque el corazón no puede estar mucho tiempo fuera, quiero decir, fuera de un cuerpo

- Me quedaré contigo - dijo Calum

- No bebé, descansa

- Trisha, tu abuela esta en la otra punta de Australia en su luna de miel, no voy a dejarte sola

- No bebé

- Sí Trish, no me voy a separar de ti hasta que te metan en el quirófano, y aún así voy a intentar entrar contigo - apretó mi mano

- ¿Nos vamos o...? - dijo Luke

Habíamos ido los cuatro a comer a una hamburguesería que estaba cerca de dónde vivíamos.

Se me habían enrojecido las mejillas debido al bochorno.

No era la primera vez que nos pasaba, siempre acabábamos hablando él y yo solos de nuestras cosas y nos olvidábamos del resto.

- Lo siento - sonreí

- Con queso, vegetariana, de pollo y doble - dijo el camarero poniendo las hamburguesas de cada uno en la mesa - qué aproveche

***

Lo siento por tal mierda y por no subir pero llevo unas semanas un poco ajetreadas.

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Besitos aplastantes.