Easily Hide. (5SOS)

5. La Sociedad Es Anti Yo

- Trisha, me debes un helado - dijo Ashton

- Son las siete de la tarde, ¿quieres un helado ahora? - el asintió - pero si ya es casi la hora de cenar Ashton

- Me debes un helado Trisha

Me levanté de la toalla y me limpié el trasero con las manos.

- ¿De qué quieres el helado? - dije perezosa

- De...vainilla - Ashton se pasó una mano por la barbilla y miró a Calum - Cal acompáñala

- ¿Por qué tengo...

- Calum no rechistes, acompáñala - dijo Stella y miró a Ashton cómplice

- ¿Sabéis que puedo ir sola? No me van a secuestrar por caminar doscientos metros

- Cállate - Lux sonrió

Calum me miró impasible y se levantó, se situó a mi lado y empezamos a caminar hasta la avenida.

- ¿Lo has pasado bien hoy?

- Mucho - me sonrojé al sentir su mirada color chocolate en mi

- Mañana em...va a sonar un poco raro pero ¿quieres venir a mi casa? -le miré a sus ojos y el clavó los suyos en mis pupilas. Parecía que intentaba leer mi mente, le quité la mirada y miré al frente - es que vamos a jugar a la play y no sé...vives cerca y a lo mejor es guay

- Sí, por qué no - dije - antes jugaba a la play con mi padre - el asintió y sonrió de ¿alivio?

Seguimos caminando un poco más y llegamos a la heladería. Había muchos sabores y me quería tomar uno.

- Uno de vainilla y otro de...fresa - dije

- Yo quiero menta con chocolate - dijo y me miró con una sonrisa burlona, no tan intimidante y mucho más atractivo

- Cuando no me intimidas estás mucho más guapo - susurré

- ¿Eh? - frunció el ceño

- Serán tres...- dijo la señora dirigiéndose a mi

- No, invito yo - dijo él

- No hace falta Calum, en serio

Calum negó con la cabeza y pagó por mi. Cogí mi helado y el de Ashton, Calum el suyo y lo empezó a saborear. Sus labios eran aún más apetecibles en aquel momento.

- ¿En serio te parezco intimidante?

- Sí

- Pues tu eres muy desconcertante, muy bipolar

- Oh gracias, que bonitos cumplidos haces Calum

Miré hacia él y se había manchado la nariz de helado. Sonreí y miré al frente.

- ¿De qué te ríes?

- Te has manchado la nariz

- Límpiamela - fruncí el ceño - venga Trisha es solo pasar un papel por mi bonita nariz - levanté una ceja

Él me dio la servilleta que le habían dado con el helado y se puso en frente de mi clavando sus ojos en los míos haciéndome sentir indefensa ante su mirada oscura. Intimidante de mierda. Agarré su mentón y con la servilleta limpié su nariz.

- Listo - susurré

El me miró sonriente y yo sonreí de medio lado.

Seguimos caminando hasta la playa y caminamos hacia nuestras toallas.

- Habéis tardado quince minutos en ir a buscar un helado, os ha dado tiempo a hacer un bebé - dijo Mike sonriente y yo le maté con la mirada

- Toma pesado - le di el helado a Ashton y el lo chupó, me senté en mi toalla que era la única que estaba libre y Calum se sentó a mi lado.

- ¿Quién te ha dicho que te puedes sentar en mi toalla? - levanté una ceja

- ¿A que me tiro sobre ti y te aplasto?

- Inténtalo

- Tu lo has dicho Trisha

Luke sujetó mi helado y el de Calum y él se abalanzó sobre mi dejándome totalmente escachada.

- Calum, quita, no puedo respirar

- Me quitaré cuando digas que soy guapo

- Pues espera sentado

- Prefiero esperar sobre ti

- CALUM QUE TE QUITES - grité

- No

Con mis manos arañé su espalda y el hizo un pequeño grito de dolor y se quitó de encima de mi.

Me volví a sentar y todos estaban mirándonos sonrientes.

- ¿Qué? - pregunté intimidada por ellos

- Nada, nada

***

Nos bajamos del autobús y nos despedimos. Cada uno se fue en dirección a su casa.

- Trisha espera - dijo Calum

- ¿Qué quieres?

- Soy tu vecino y paso de caminar cinco minutos solo

- ¿Mi vecino?

- Sí, tu casa está justo en frente de la mía

- ¿Y cómo es que no te he visto antes?

- Porque eres una antisocial - puse los ojos en blanco

- Yo no soy antisocial, la sociedad es anti yo - él se empezó a reír

- A mi me caes bien

- Tu a mi no - sonreí

- Me lo tomaré como un sí

- Tómatelo como tu quieras porque me da igual tu opinión

- Sabes que te importa, más de lo que piensas

- Calum, te conocí ayer, no me interesas ni me importas

- Lo haré

- Que fe tienes

- No es fe, es la verdad

El pegó suavemente mi hombro con su puño y yo sonreí. A medida que le iba conociendo ya no incomodaba tanto.

Dejó un beso en mi mejilla y se dirigió a su casa.

- Mañana a las cuatro aquí ¿eh?

Yo asentí confusa y me pasé una mano por la piel, todavía erizada, por el contacto de sus labios.