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39. Feliz Navidad

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Faltas no corregidas

Me acurruqué en la almohada y bostecé.

Era miércoles y Alice a esa hora estaba fuera, como siempre, así que aproveché para escuchar mi lista de reproducción llamada "Depresión" y pasar las dos horas sin Alice pensando en mis cosas.

No tenía planeado que nadie viniese así que intenté desahogarme yo sola.

Perdida.

Era la palabra perfecta para describir como me sentía en ese momento, perdida, frustrada, rota y muriéndome.

¿Por qué?, me pregunté segundo tras segundo el por qué de muchas cosas: ¿por qué reaccioné así cuando Calum me dijo eso?, ¿por qué seguía viva?, ¿por qué no podemos elegir de quien nos enamoramos?, ¿por qué quería tanto a ese imbécil?, ¿por qué tenía tan claro que era él y sólo él?, ¿por qué yo? Y por último, ¿por qué nos enamoramos?.

No tenía clara ninguna respuesta, sólo me sentía frágil e insegura en aquella estúpida habitación de hospital, que sí, que la gente me escuchaba, pero nadie me entendía. Es difícil empatizar con alguien, y mucho más en mi situación, ¿quién se ha visto con una enfermedad de corazón, un infarto, la pérdida de la persona que más quería en el mundo y encima todo a la vez? Muchas cosas de golpe, mucho dolor, yo sola aguantando el peso del mundo.

- Hola - dijo una voz masculina y miré hacia la puerta - ¿se puede o quieres estar sola?

Thomas.

La verdad me había sido de gran ayuda durante esas dos semanas, había venido a verme casi todos los días y que se pareciese a Ed Sheeran me emocionaba.

- Claro - sonreí

Caminó feliz hasta la silla que estaba al lado de mi cama y yo crucé mis piernas, le miré y sonreí, el me correspondió.

- ¿Qué te ha traído por aquí pequeño saltamontes? - cuestioné mientras bebía agua

- Nada, solo quería verte y enseñarte esto - sacó un sobre de su bolsillo trasero

Me lo entregó y lo cogí, lo abrí con cuidado. Saqué dos papeles del sobre y le miré con los ojos muy abiertos. Tenía ganas de llorar.

- No puedo aceptarlas

- Oh vamos, es tu regalo de navidad y además es Ed Sheeran - sonreí mientras miraba las entradas

- Dios ven aquí - se acercó a mi y le abracé con fuerza - es lo mejor que me podrían haber regalado en serio

- Es que salieron a la venta el otro día y pensé que tal vez querrías venir conmigo

- Claro que sí - me río y se me cae una lagrimilla

- Feliz navidad Trisha Winter

- Feliz navidad Thomas Sand

***
Salió de la habitación dando saltos y yo sonreí.

A los pocos segundos entró Brad por la puerta y me cambió la cara de felicidad a un cabreo inmenso.
Thomas y Brad se cruzaron y se miraron fijamente durante unos segundos.

Brad levantó su ceja y entró en la habitación con chulería, como siempre.

- Estabas tardando en venir

- ¿Qué hacía ese cabrón aquí? - levanté una ceja

- ¿Acaso le conoces? - soltó una carcajada y yo crucé los brazos

- Le vendía maría y es un cabrón

- Tu también lo eres

- Yo solo intento protegerte - sonrió de medio lado