54. Probadores

175 19 9
                                    

Preferí no decir nada por si acaso eso acabase en discusión. Solo le abracé mientras lloraba.

Nunca le había visto llorar de esa manera.

Se me iba el alma al suelo.

No quería, no quería morirme y dejarle así, destrozado, sin más.

Cerré los ojos y apreté su mano, la cuál estaba enredada con la mía. Respiré hondo y le miré. Acaricié su mentón y le besé, y ese beso hizo que parase de llorar.

- Te quiero, de verdad - dije - con todo mi corazón, con toda mi alma para toda la vida - acaricié su mejilla - y me mata verte así Calum

- Y a mi me... - suspiró - me mata pensar que a lo mejor esta es una de las últimas veces que estaré contigo, que podré verte sonreír en vivo y en directo

- Tienes que jugar con eso bebé, el destino también juega con nosotros

Me miró a los ojos, sus intimidantes oscuros ojos marrones, y durante unos segundos me transporté a aquel día cuando nos conocimos, sus ojos eran diferentes, sabía que tenía algo encerrado en ellos, algo que nunca había contado a nadie o algo que nunca había desatado. Pero con el tiempo fueron diferentes, diferentes para mi, mucho más bonitos, más brillantes y menos oscuros.

Ya no tenía nada atado en su interior.

Abracé su torso con fuerza y apoyé mi cabeza en su hombro.

- Vamos a comprar eso - susurró y sonreí un poco

- Me parece correcto

***

¿Qué vestido y qué zapatos se podían comprar con la mierda de dinero que me había dado mi abuela?

Con eso no me daba ni para comprar una peineta.

Y Calum como tenía dinero de los conciertos no tenía problema, pero tampoco se compró un traje. Vaquero y camisa de botones. ¿Y para qué se compró otro vaquero si ya tenía 800? Calum y su lógica.

Caminamos de la mano en todo momento, ¿como cuando eres pequeño y tienes miedo de perderte y no encontrar a tus padres y agarras sus manos con fuerza?, exactamente así.

Pasamos por delante de una tienda de ropa común, Zara, a lo mejor ahí podría conseguir algo.

- Miremos en esta - dije

Me adentré en la tienda junto a él y miré a lo lejos a ver si veía algo.

- Mira ese blanco me gusta - dijo él

Fijé mis ojos en el vestido y lo miré detenidamente. Era bonito.

- ¿Y esto me quedará bien? - dije tocándolo para ver de qué material estaba hecho

- Si - dijo y busqué uno de mi talla

- Me lo voy a probar - asintió y me acompañó hasta al probador

La mujer que estaba en el probador para controlar que no robases nada nos miró extrañada por si fuésemos a hacer algo dentro del probador.

Para qué negarlo, sería divertido.

Entré seguida de Calum al probador y se sentó en la pequeña butaca que había en la diminuta sala, si se puede llamar así.

- Me estas incitando a hacer cosas inapropiadas aquí dentro Trish - dijo

- Cállate pervertido - miré el vestido e hice una mueca

- Te quedará bien - dijo intentando convencerme

- No sé - apoyé el vestido sobre mi cuerpo

Era pegado, para resaltar mis curvas según Calum, ahora experto en moda y textiles, era corto y de tiro ancho, se cerraba con una cremallera y la verdad, no estaba nada mal.

Me quité el pantalón y la camiseta quedándome en ropa interior.

- Deja de mirarme pesado - dije mientras me metía en el vestido

- Tienes chicha

- Tu cara si que es una chicha - metí los brazos en las mangas y me di la vuelta para que me subiese la cremallera

- ¿Ves? - dijo mirándome y pasando sus manos por mi cuerpo de manera que fuese dando vueltas para mirar como me quedaba - preciosa

Sí, era el definitivo.

***

- En primer lugar quiero agradecer a esta gran mujer - señaló a mi abuela - que se haya enamorado de mi tanto como yo lo he hecho de ella y que haya aceptado casarse conmigo, de verdad, te amo - prosiguió - y también, quiero agradecer a Trisha y a Tina - todo el mundo nos miró - que nos hayan aceptado en su casa, a estos dos invasores, que nos hayan dejado formar parte de la familia, pasar baches juntos y querernos - sonrió - nunca podré estar tan agradecido con nadie, os quiero - dijo y soltó el pequeño micrófono y apoyé la cabeza en el hombro de Calum

Sonreí por las palabras de Paul.

Un hombre así, tan bondadoso, se merece eso y más.

- Bebé - dije

- Dime nena

- Quiero casarme contigo - dije

Me miró y sonrió.

- Y yo contigo - cerré los ojos durante unos segundos - ¿y si nos casamos? - abrí los ojos y fruncí el ceño

- No podemos, somos menores - dije

- Si nuestros padres firman un papel si podemos - levanté la cabeza de su hombro y le miré - cásate conmigo, por favor - me quedé unos segundos paralizada y fijé mi mirada en Tina y Tristan, que estaban bailando

- Sí - dije - pero tú y yo, solos

- Solos - dijo y besó mi sien

Me levanté de la mesa en la cuál estábamos sentados y me miró extrañado.

- Vamos a bailar - dije

- No sé bailar - sonreí y tiré de su brazo - de verdad Trish - puso sus manos en mi cintura - voy a hacer el ridículo

- Pero si hasta mi abuela de 60 años está bailando, ¿qué más te da?

Suspiró y sonreí y nos acercamos a la zona donde estaba el mogollón de gente bailando.

- ¿Esto como se baila? - dijo

- Da igual - me reí - nadie se fija en nosotros - puse mis manos alrededor de su cuello

***

Llegamos a mi casa tarde, a las 6 de la mañana, con la ventaja de que Paul y mi abuela se irían de luna de miel dos semanas y teníamos la casa para nosotros tres, Beau, Tina y yo.

Me tiré en el sillón y Tina se sentó sobre mi culo.

- Hace tiempo que no tenemos una conversación de hermanas - dijo

- A las seis de la mañana tampoco es que tenga muchas ganas - murmuré contra el cojín - quiero dormir

- ¿Por qué no le pediste a Calum que se quedase esta noche? - dijo

- Estoy cansada Tina y...

- Pues me parece mal - se levantó de mi trasero y caminó hacia la cocina

- Pues me da igual - dije y me levanté del sillón - amo mucho a Calum pero el sueño apodera mi cuerpo

- Vete a dormir Trish - dijo

- Hasta mañana Tina - dije mientras caminaba hacia la escalera para ir a mi habitación y dormir

Cama, dulce cama.

Easily Hide. (5SOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora