Helena
Entre con lágrimas en los ojos al salón de clases, la verdad me importaba muy poco lo que pensaran mis compañeros, no podía parar de recordar el momento.
Me dolía, me lastimaba y creo que nunca podre superar su muerte.
- ¿Qué te paso? - me pregunta alarmada Lea, lo más cercano a una amiga que podría llegar a tener. Levanto la mirada y por su cara supongo que me veo realmente mal -. No me digas que sigues llorando por la muerte de ese tal Tony - me regaña.
- ¡Eres una insensible! - le recuerdo y tomo asiento al lado de ella -. Y sí, venía corriendo y justo se estreno el trailer del hombre araña... ¿Cómo no iba a llorar? - le pregunto indignada.
- Para ser mitad vampira... Eres muy sensible - se ríe Lea y toma mi mano -. Podrás superarlo y ya deja de venir a la escuela con lagrimas en los ojos.
- No prometo nada - le sonrío y me seco las lagrimas con mi manga. Las clases podían ser muy aburridas, pero sinceramente este era mi primer año en una escuela real y me emocionaba mucho, siempre estudie en casa debido a que mis padres lo consideraban lo mejor.
- Debes hacer la tarea, se entrega hoy - me recuerda Lea. Nunca había sido o tenido contacto con una humana, pero era de alguna forma un soplo de aire fresco en mi vida, desde pequeña estuve rodeada de seres sobrenaturales.
- ¿Y si lo haces tu y yo te doy apoyo moral? - le ofrezco.
- Copia, ahora - me ordena y yo suspiro. Era divertido ver como se molestaba y como reaccionaba ante mi mundo, aunque también era el suyo -. ¿Ya comiste? - me pregunta mientras me pasa las respuestas.
Se podría decir que en eso se basaba nuestra relación, un día ella hacia todos los trabajos y yo copiaba, al otro día las cosas cambiaban y yo hacia todo mientras ella copiaba. Y la verdad en estos primeros meses nos funcionaba muy bien.
- ¿Preguntas si ya bebí sangre de algún cuello? No, no entiendo porqué sigues teniendo esas ideas - me río y ella se sonroja avergonzada.
- Solo nos conocemos hace tres meses... No me culpes por guiarme por películas y libros sobre vampiros.
- Pero te llevo repitiendo que no bebo sangre... Solo me alimento de comida normal, la que tú comes. Y no soy vampira, soy mitad - sus ojos se ponen en blanco y me apunta con el lápiz.
- Es lo mismo, eres híbrida. Hombre lobo y vampiro, ¿LoboVams? - ella siempre quiere ponerle nombre a lo que soy, pero prefiero el termino híbrida y ya.
- Suena ridículo, deja de intentar ponerle nombre, humana - le molesto.
- El cómo lo dices me hace sentir como si el ser humano fuera... Basura - murmura.
- Sólo digo las cosas como son.
- Lo sé. Pero la mayoría preferimos vivir en la ignorancia... Aunque muchos saben que nuestra raza es basura - reconoce. No digo nada y copio sus respuestas.
(...)
- Helena.
La voz grave de mi padre me hace girar la cabeza antes de subir las escaleras de mi casa.
Lleva su típico traje de empresario y mi madre viene atrás de el con un batido rojo en manos.
- ¿Ocurre algo? - pregunto confundida.
- Los preparativos de las fiestas - suelta mamá en un gruñido. Ante eso pongo mi mejor rostro de aburrimiento y desinterés.
- ¿Quieres que te aplauda, papá? Te dije que no pienso compartir mesa con esa bruja - le digo refiriéndome a la tan conocida Reina Sofía.
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Luna de Hielo ©
WerewolfHelena no tiene la vida de un simple mortal, no es humana, nisiquiera es de una sola raza... Ella es la mezcla de dos. Heredó la velocidad de su madre y la fuerza sobrenatural de su padre, sin embargo, ella prefiere creer que solo es una mujer lobo...