Helena
- ¿Sabes lo que tiene? - pregunta Jackson a mi lado. Ambos estamos en frente de una mujer que se encuentra dormida y según lo que me informan, no ha despertado desde que perdió a su mate hace unos meses.
- Siento su tristeza, eso seguro.
Le aseguré.
Abracé mi propio cuerpo ante las sensaciones extrañas que me provoca estar cerca de emociones negativas.
- Debe haber algo más. Ha estado en ese estado ya mucho tiempo... es normal que sufra depresión, pero no a a ese nivel, como si no quisiera despertar.
Asiento:- Es justamente lo que le sucede. No quiere enfrentar la realidad, le duele mucho haber pedido a la mujer que ama, un mundo sin ella... Creo que no quiere ni siquiera imaginárselo.
- En ese caso, si no piensa despertar, ¿Qué sucederá con sus hijos? Están sin su madre ahora.
- No lo sé, Jackson. No puedo pensar cuando siento que voy a comenzar a llorar si continúo aquí.
- ¿Tanto te afecta? - pregunta curioso.
- No estoy acostumbrada, esto es algo completamente nuevo y no estoy segura de poder controlarlo. Es incómodo sentir lo que sienten los demás, me hace enterarme de cosas que realmente no me interesan y además... Me afectan de alguna manera.
- ¿A qué te refieres?
- Hoy percibí el deseo, unos alumnos estaban... ya sabes. Y cuando pase por el aula, me fue imposible no captar ese intenso sentimiento y tampoco pude evitar que me afectará.
Me averguenzo.
- ¿Te pusiste caliente?
- Segurísimo.
Se ríe, su mirada esta cargada de ternura, me mira como si fuese una niña.
- Volviendo al tema inicial, debes hacer que despierte, sus hijos la necesitan - aparta la mirada rápidamente.
Incómodo. ¿Por qué se siente así?
- No creo que pueda hacer algo. Es decisión de ella, es normal no querer despertar cuando el amor de tu vida te deja... todo pierde sentido.
- Tonterías.
Murmura. Curiosa me volteo hacía él y toco su pecho, siento su corazón palpitar lento y fuerte.
- ¿Acaso tú...?
Él me aparta la mano y se pone a la defensiva, eso demuestra que el tema que viene no le gusta o... le duele recordar.
- Sí, perdí a mi mate hace muchos años... Tantos que ya no recuerdo su rostro. Pero el sentimiento no ha cambiado en 400 años y lo sigo amando con la misma intensidad, pero duele de igual modo, aunque el tiempo me hizo un experto en no demostrarlo.
Confiesa.
- No, no siento tu tristeza, pero si lo sólo que te sientes... Pero no sabía la razón.
- Ahora lo sabes, eres de las pocas que sabe sobre mi difunto mate y quiero mantenerlo de ese modo. Puede que todos en este castillo tengan una idea de lo que me sucedió, pero nunca lo he confirmado, así que seguirá siendo un rumor.
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Luna de Hielo ©
WilkołakiHelena no tiene la vida de un simple mortal, no es humana, nisiquiera es de una sola raza... Ella es la mezcla de dos. Heredó la velocidad de su madre y la fuerza sobrenatural de su padre, sin embargo, ella prefiere creer que solo es una mujer lobo...