Luna de Hielo ©

Capítulo 18

Helena

- ¿Eres la hija de Malia, cierto? - me pregunta la chica nueva.

- ¿Quién quiere saber...?

- Soy Natalie, hermana de Celeste, llegue hace dos días... - me recuerda.

No recuerdo casi nada de aquello.

- Mi mente es un desastre en estos momentos, perdón por no haberte recibido de la mejor forma, fue inmaduro de mi parte... Soy Helena, aunque eso ya lo sabes - sonrío y le ofrezco mi mano, ella la acepta sin dudarlo y se sienta a mi lado.

- Tranquila, entiendo que hayas tenido un bajón emocional, estás pasando por cosas demasiado duras y tu mente intenta protegerte, olvidando cosas.

- Eso creo yo-

Aprieto mis manos e intento no derrumbarme.

- Celeste siempre habla de ti y de tu madre, las quiere demasiado y me cayeron bien por lo que me contaba mientras me entrenaba.

- Ella te encontró y no nos dijo nada, ¿Sabes la razón? - pregunte directa y ella negó.

- Creo que quería protegerlas, mi medio hermano es un tipo peligroso por lo que escuche y esta buscándome, supongo que no quiso poner en peligro a nadie de los que ama.

- Ese es el problema... Nos quiere tanto que es capaz de sacrificarse sola y no es justo, el problema debemos enfrentarlo todos.

- Pero debes ser realista también.

- ¿De qué hablas?

- No tienen posibilidad contra mi hermano... Sus poderes son superiores a los suyos y con solo chasquear los dedos, los elimina.

- Ni que fuera Thanos.

Murmuré.

- Sabes a lo que me refiero - asiento y suelto el aire que llevo retenido desde hace unos segundos -. A mi me borró la memoria, estoy vacía... Todos los recuerdos que tengo son falsos y la familia que pensé que era mía, resulta que no lo es.

- ¿Dónde te encontraron?

- Mi padre me hizo pasar por una joven hechicera, manipulo todo a mi alrededor para que fuera creíble, era obvio que no era como ellos... No podía hacer magia, no importaba cuanto practicara los hechizos, nada funcionaba.

- Es que no necesitas de esos hechizos.

Le digo y ella asiente:- Ahora lo sé. El primer día que Celeste llegó a la escuela supe que era un ser fuera de lo conocido... Me metí en un problema y ella me salvó. Al principio intente alejarme, pero ella no parecía querer eso, sino todo lo contrario y poco a poco nos hicimos amigas.

- ¿Tu familia sabe?

- No quiero que lo sepan, mis recuerdos pueden no ser reales, pero... Los quiero y siguen siendo mi familia, aunque no sea biológica.

- Entiendo, ¿Cómo va tu entrenamiento con Sofía?

Ella se ríe:- Un asco.