03

5K 265 5
                                    

Capítulo 03
~Noche de Enero~

Jueves, 01 de enero.

02:18 am.

Lo acaricia sobre el pantalón a medida que el auto avanzaba y se unía al tránsito nocturno, las luces de los edificios en su camino estaban encendidas, festejando el año nuevo en familia, sin embargo, la vista hermosa que todo Berlín daba no era suficiente para acaparar su atención, no más que el sexy castaño que prometía increíble sexo y un orgasmo arrasador.

Su cuerpo ya de por sí juraba pasión y desenfreno, y eso era del total agrado de Alexa, estaba absorda en su mundo, imaginando todo lo que su acompañante podía ofrecerle.

Un pequeño gruñido escapo de la garganta del castaño sacándole una leve sonrisa que él observo embobado, era aún más hermosa si sonreía.

Se prometió así mismo sacarle más sonrisas.

Alexa se inclino hacia él levemente, apoyandose en una de sus manos mientras acercaba su boca a su cuello para darle besos humedos, saboreando la piel bronceada y cálida, pasando la lengua descaradamente sobre su piel para luego atraparlo entre sus labios y absorver, dejandole una marca muy notoria aún acariciando su entrepierna cada vez con más ánimo y rapidez.

Suspiro dejando su cuello y dirigiéndose a su boca con lentitud, haciendo un camino de besos.

El castaño luchaba internamente con su instinto salvaje, quería tomarla de una vez por todas, no obstante, se convenció a sí mismo de que su Luna merecía mucho más que un coche para hacerlo. Se notaba que ella era creativa para apañarselas aún con el cinturón que le había puesto, mas no quiso tomarla allí, suficiente había tenido con romper su promesa de no hacerlo hasta que supiera que era él.

Apretó el volante con fuerza cuando bajo su cremallera con sus dedos traviesos y sus suaves labios rozaron los suyos en una tentadora provocación, dejó un leve beso en la comisura aún acariciando la tela que apretaba su miembro. Escucho como una suave risa escapo de sus labios cuando trato de mantener la compostura agitandose en su lugar, ella estaba divirtiéndose torturandolo.

Ya llegaría su turno.

Y la disfrutaría como nunca. Quizás la haría suya con demencia contra la pared, tocando su cuerpo y moviéndose con rapidez, sujetándose de esas anchas caderas, o tal vez la haría delirar en la cama...

Agradeció a la Diosa Madre y de la Vida cuando vio el elegante hotel metros adelante, se reprendió a sí mismo por casi perder contra su impulso y tomarla como un salvaje.

Se estacionó rápidamente viéndola separarse de él para abrir la puerta y avanzar primero como si nunca lo hubiese tocado. Subió su cremallera para luego seguirla, observando su voluminoso trasero, prometiendose a si mismo azotarlo como castigo por sus provocaciones. El pantalón que tenía lastimaba su ereccion.

El recepcionista hubiera hecho su trabajo de ser por que reconoció a través del antifaz a su muy habitual clienta entrar primero seguido del castaño, al cual también reconoció como su nuevo cliente, decidió callar y hacer de vista gorda. No le convenía meterse en sus asuntos, pues sabía quienes eran, sus alcances y para que venían. Los dos le daban miedo y juntos debían ser bomba.

Alexa espero por su acompañante en el ascensor comiendolo con la mirada, mordiendo su labio inferior, caliente y ansiosa por llegar a su habitación y hacer de todo con él. Cuando este llegó y las puertas se cerraron no tardo nada en probar nuevamente esos deliciosos e irremplazables labios, le sabían a gloria y ni el mismo diablo la tentaba de tal manera.

AlexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora