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Capítulo 29
~El reto~

Martes, 15 de abril.

La rubia gestante tenía una presión en el pecho, punzante, señal de que sucedería algo malo. Era algo bastante similar a los sueños, solo que se manisfestaban cuando estaba despierta y era solo una sensación.

Una extraña sensación.

No había soñado nada, era extraño, por lo menos debía tener un misero sueño. Lo dejo pasar la primera noche, hasta la segunda, pero ¿Una tercera? Esto ya estaba tornandose malo.

Ató su pelo en una cola alta, no debía tener ninguna dificultad si llegaba a pelear contra alguien, debía estar atenta y sin nada que la distraiga.

Después de suspirar, bajo a paso decidido de su habitación rumbo a la sala, donde percibía a más de un familiar de Cameron. Sus corazones latian rapidamente, cualquiera se daría cuenta de que ellos estaban preocupados y desorientados con solo verles la cara.

Ni bien puso un pie dentro de la sala se escucho un aullido de alerta en la lejanía, alertando a toda la manada y aquel que escuche el aullido para prepararse. Ya había llegado. Los licantropos de aquella sala se pusieron de pie en seguida.

Una Lizbeth con cara extraña y asustadiza apareció a su lado de la nada.

—Ok. Ese aullido me puso los vellos de punta. —Frota sus manos a los brazos haciendo una especie de sacudida.

—Walter ya llego.

No dijo nada, pero sintió como allí afuera había mucho movimiento. Todos habían entendido quien había llegado y estaban preparándose no sólo para recibirlo, sino también para observar el reto.

Sin decir nada, solo se comunicaron con miradas, antes de salir fuera de aquella casa que desde hace siglos atras había alojado generaciones de Alphas.

Alexa siguió a Cameron, automática y mostrando su apoyo. En las afueras de aquella manada respetada desde hace decadas atrás, se encontraba un Alpha muy concentrado. Entro sin detenerse a paso seguro, un par de guardias y lobos lo observaron con cautela, pero no le importo.

Aquellos lobos sabían a que venía, y aunque las reglas del reto se lo prohibian, apoyaban a su Alpha.

Debían estar neutros y no dar apoyo a ninguno, pero aquella cara inexpresiva les decía que no confiaran en él. Aquella mala vibra los recorrió e hizo que lo siguieran, no podían arriesgarse a dejar sola esa parte de la frontera, así que solo lo siguieron los lobos.

Apareció de entre los árboles, encontrandose con varias personas que un día considero su manada, a las afueras de aquella casa que fue su hogar se encontraban toda su familia, sin embargo, él había dejado de considerarlos como tal.

Cameron iba al frente, una bella rubia de ojos azules estaba a su lado, muy guapa y totalmente sexy, parecía un ángel vieran de donde la vieran,

Hasta en eso su primo tenía suerte.

Cameron tenía a su alma gemela que con solo mirarla la amaría, pero él, él tenía que elegir, tenía que buscar a la indicada, tenía que averiguar todo sobre ella antes de tomarla, no podía simplememte llegar y ya, o se metería en graves problemas.

Él tenía que cargar con una maldición que solo le llego por azares del destino, por entre toda su familia le llego a él. Pero, a pesar de la maldición que carga, le llego fuerza y poder, le llego lo que deseaba: tener el mismo o mas poder que su primo envidiado.

Ser un Alpha.

Tantas veces que sus supuestos amigos llegaban a su primo por él. Preferían a su primo. Lo tomaban mas enserio. Tenían grandes espectativas de su primo pero en él, él siempre fue el huérfano que el Alpha crío. El sobrino del Alpha. El primo del Alpha. Reconocido por solo tener familiares Alphas y no por lo que en verdad hacía.

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