06

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Capítulo 06
~Síntomas~

Jueves, 26 de febrero.

Despertar sin una premonición, a las 7 de la mañana, sin mareos ni náuseas sería el amanecer perfecto para Alexa.

Sin embargo, no era la ocasión.

Su premonición se repitió en su totalidad, tal cual hace varias semanas. Lo que significaba que se volvería a encontrar con el castaño, tal vez no hoy o mañana, sin embargo, su premonición no mentía. Jamás había fallado.

Se levantó sintiendo el cuerpo pesado, el pitido se repitió otra vez como todas las mañanas desde hace casi dos meses. Sobo sus oídos con delicadeza hasta que desapareció, cada vez tomaba más tiempo. Frunció el ceño cuando escucho a Lisa, la mujer de servicio, tarareando una canción en la cocina por breves minutos, lo escucho tan claramente que parecio como si lo cantara a todo volumen en su oído.

Sacudió la cabeza, negando la loca idea que cruzo por su cabeza.

Se sobresalto cuando vio el reloj sobre su mesita de noche, eran las 10 de la mañana, jamás se había despertado tan tarde. Ella tenía un horario y su cuerpo se había acostumbrado. Sin embargo, aún tenía sueño.

Su vida se estaban saliendo de control con el paso del tiempo: Las premoniciones eran cada vez más fuertes y está vez no sólo era cuando dormia, había visto la muerte de una de sus empleadas cuando está choco con ella en el ascensor, al principio no le dio importancia, sin embargo, dos días después se entero que había muerto y como.

Un mareo fuerte se adueñó de ella cuando se puso de pie, tuvo que volver a sentarse para calmarse, sus oídos pitaron nuevamente, escuchando otra vez a Lisa cantar muy bajito, el olor del almuerzo que estába haciendo para ella llegó a su nariz en una fuerte oleada, el mareo se convirtió en náuseas y solo pudo taparse la boca mientras se levantaba y buscaba su baño.

Vomito toda la cena de ayer, liberando su cuerpo en sacudidas violentas. Su estómago se apretó, sintiendo un ácido subir y otra vez expulsó todo lo que tenía en el estómago. Débilmente se sentó en el suelo después de varios minutos calmandose.

Su cabeza era un desastre, no sabía que le pasaba. Ella gozaba de buena salud, ni un resfriado le había dado, jamás había vomitado o mareado.

Una idea llegó fugazmente, Alexa la desecho de inmediato.

(...)

Miércoles, 05 de marzo.

Su cuerpo se agitó con fuerza mientras desechaba todo el desayuno al vater, su estómago se contrajo hasta dolerle. Una vez no hubo nada más que expulsar se sentó contra la pared más cercana, pensando nuevamente en esa loca idea que no había querido volver a tocar, sin embargo, hace dos días había vomitado nuevamente.

Se lavo lo dientes despacio, sacando todo el aroma a vomito de su boca. Camino lentamente escaleras abajo, no le importaba la hora o si tenía que trabajar, la idea no salía de su cabeza y está vez si lo iba a averiguar.

No podía quedarse con las dudas.

Cameron tenía la cabeza metida en el vater, vomitando todo el desayuno, mientras su madre acariciaba su espalda.

—¿Estas bien? —Preguntó Lara viendo a su hijo sentarse en el piso muy pálido.

—No te enfades, pero creo que estás perdiendo el toque culinario. —Susurro viendo a su madre desde el suelo.

Ella golpeó le dio un leve golpe en el hombro.

—Cocine como siempre lo hago, Kyler me ayudo y lo puede verificar.

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