Los Chicos Del 39B [Maylor / Deacury]

Chapter one

—¿Por qué estás nervioso? Es estúpido estarlo. Son las mismas personas aburridas y comunes que ves todos los años ¿Por qué te asustas Brian?— Se decía camino a su primer día de clases. —Vamos sólo te faltan dos años... sólo dos años más...

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—Bien, solo me falta desayunar y estaré listo. Veamos qué hora es.— El reloj de pared marcaban las seis y cincuenta de la mañana. —¡No puede ser! Y entro a clases a las siete en punto. No puedo llegar tarde el primer día. 

Y dicho esto, el rubio tomó su lonchera y su mochila, y de un portazo que dio en su casa, se fue camino al colegio corriendo lo mas rápido que podía.

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—Escuchen bebés, sé que yo les había propuesto irnos todos en mi mochila, pero mi madre me lo prohibió.  Por favor no hagan más difícil esto, niños. Lily, Romeo, Tom, Jerry.... prometo llegar lo más antes mis amores.— Concluyó el pelinegro abrazando sus gatitos que para él eran como sus hijos. Luego de eso, salió de su casa y caminó rumbo a su destino con los ojos húmedos y mientras se decía en su cabeza ¨No voy a llorar, no voy a llorar¨.

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—Bien, creo que puedo hacerlo. Tu puedes, John, tu puedes. Nadie te hará daño. Nadie te molestará ni golpeará. Sólo relájate. Confía en ti...

Terminando su discurso motivacional para él mismo mientras se miraba al espejo por una última vez en el día; guardó su cámara en su mochila y, sin más, se fue directo al colegio.

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Brian al llegar al colegio sus nervios se convirtieron totalmente en frustración, amargura y estrés, pues tenía razón en todo lo que había dicho, todos los que se encontraban allí eran las mismas personas aburridas de todos los años.
Éste al llegar a su clase fue recibido con una noticia que lo dejo completamente confundido y, en cierta parte, molesto.

—Este año los cursos seguirán igual que los años anteriores, a excepción de un pequeño cambio.— Exclamó el profesor mientras se acomodaba sus lentes con una ridícula y extrema delicadeza. —Seleccionamos a varios estudiantes de todos los grados para crear un salón aparte en donde ese nuevo grupo podrá relacionarse con estudiantes de otros grados y con temas que se tocarán para todos los años en todas las asignaturas.

—Profesor, ¿puede ir al punto del por qué nos dice eso?— Preguntó una estudiante quién se encontraba mirándolo con confusión.

—El punto es que en este salón seleccionamos un estudiante para incluirlo en ese nuevo grupo, y tiene que ingresar a dicho salón inmediatamente.— Contestó el profesor con una sonrisa que indicaba que estaba seguro de su respuesta, tal como si demostrase estar orgulloso de lo que va a decir a continuación:

—Y ese estudiante es...— Revisa la hoja que tiene en sus manos y lee el nombre que se encontraba anotado allí nuevamente para confirmar que ese sería el estudiante. —Brian Harold May.

—¡Perfecto!— Gruñó el rizado con sarcasmo para sí mismo en un tono extremadamente bajo. —No puedo creerlo, es el primer día y ya hasta me mandan a un estúpido nuevo grupo. ¿Que hice para merecer esta suerte del asco? Maldita sea.

Realmente Brian se sentía muy mal, de eso no hay duda.
Pero lo que él no sabía era que ese salón le cambiaría su vida para siempre.