Chapter eleven

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-Llevamos una hora caminando en medio del bosque sin saber a donde ir. Sabía que eso iba a pasar. ¡Lo sabía! Y yo se los dije pero no. Ustedes no me hici.....- Dijo Roger con una vena hinchada en su frente de la cólera y desesperación que lo invadía.

-Llegamos.- Interrumpió el rizado viendo el mapa.

-¿Qué?

-Que ya llegamos, rubia. Ugh, lo que tienes de lindo lo tienes de sordo.

-Seguro de tantos tintes que usa. -Dijo el John riendo a más no poder.

-Ay cállense. Y yo no me tiño....

Los cuatro siguieron sus caminos hacia el lugar indicado en el mapa, riendo y molestando al rubio por su discurso del siglo de que él no utiliza tintes.

-Bien, si más no me equivoco, debemos instalar las tiendas de campaña justo aqui.- Exclamó el rizado observando el mapa detalladamente.

-Brian querido, Deacy y yo compartiremos la tienda de campaña ya que honestamente nos da miedo dormir solos rodeado de arboles y criaturas salvajes.

-Bien. Roggie, ¿instalarás tu tienda?

-Claro aqui está.....espera....aqui debe de estar.....- Estaba buscando la tienda cuando recordó dejar la bolsa en la que se encontraba ésta en la mesa en su casa. -La dejé...

-No te preocupes, yo comparto mi tienda.- Dijo el rizado para calmar el estrés del rubio y éste asintió sin decir nada.

-No puedo creer que Mazzello nos va a mandar a un asqueroso bosque solo para un trabajo.- Exclamó Freddie muy molesto.

-Lo siento Freddie...

-No me malentiendas rubia, no es tu culpa. La culpa es de ese infeliz. Era más fácil conseguirle una cita con Hardy y listo.

Los tres rieron ante ese comentario.

-Freddie, ¿te parece si vamos a caminar un rato? El aire fresco te hará mejor.- Ofreció John.

-Si, cariño. Está bien.

Roger y Brian se quedaron alistando su tienda mientras que Freddie y John caminaban.

Al anochecer los cuatro se reunieron en una fogata para comer y conversar.

-Nuestro proyecto resultará fenomenal.

-No me quiero imaginar la cara que hará David cuando vea todo lo que hicimos.- Expresó Freddie con entusiasmo.

-Tienes razón la cara de David y la de John.- Comentó Brian.

Deacy en ese momento volteó a ver al rizado confundido.

-¿Yo?

-No mi cielo, hablan del otro John.

-Ahh...

-Y bien, ¿ahora que hacemos?

-Ustedes no lo sé, pero yo me iré a dormir.- Dijo el rizado muy cansado. -Rog, tu entra a la tienda cuando quieras.

-Claro, Bri. Gracias.

-Buenas noches. -dijo John.

-Descansa, John. Buenas noches Roggie.

John, Freddie y Roger hablaron por diez minutos más hasta que el pelinegro empezó a bostezar.

-Creo que nosotros nos iremos a dormir también, rubia. No te quedes hasta tarde.- Exclamó Freddie estirándose.

Los Chicos Del 39B [Maylor / Deacury]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora