Chapter eight

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El rubio y el rizado entraron a la habitación de John quién éste se encontraba completamente confundido.

Brian! ¡Roger! ¿Que hacen aquí a estas horas? ¿También querían hacer una pijamada como Freddie?

El rizado y el rubio se volvieron a ver confundidos para que al final Brian respondiera:

-No deacy, yo iba a la casa de Roger pero no podía quedarme ahí con él entonces nos vinimos para acá...-Contestó y volvió a ver a Freddie un poco extrañado. -Pero no sabía que Freddie estaba aquí...

Los tres voltearon a ver a Freddie y éste no pudo avergonzarse más.

John iba a decir algo, sin embargo unos agudos maullidos lo interrumpieron.

La vista de los cuatro muchachos se centró en el suelo para encontrarse con varios gatitos jugando entre ellos.

-Pero que son esas cositas peluditas tan bonitas.

-Esos son mis bebés rubia, ven te los presentaré.

Freddie y Roger se fueron a jugar con los gatitos mientras que John y Brian se sentaron en la cama para charlar.

-¿Desde cuando Freddie está aqui?

-Como unos veinte minutos... no mucho tiempo.

-¿Se encuentra bien él?

-Sí, sólo quería visitarme.- Obviamente mintió ya que no quería que los demás supieran lo que el pelinegro le confesó.

-Nosotros también... y... pues queríamos preguntarte si podemos....

-Claro Brian. Pueden quedarse a dormir. Iré a traer las mantas.

-John, ¿y podrías traerme el botiquín de emergencias por favor?

-Claro Brian.

-Te lo agradezco mucho Deacy.

El castaño mostró una hermosa y sincera sonrisa y se fue a otra habitación para traer más mantas y almohadas.

Mientras tanto el rizado se fue con el rubio y el pelinegro a jugar con los mininos.

-Son muy lindos tus gatos Freddie.

-Gracias, querido.

-¿Piensas tener más?- Preguntó Roger mientras Romeo dormía en sus brazos.

-Claro cariño, de hecho quiero otra gatita. Tengo muchos gatitos y solo una gatita, deseo tener otra.

-Interesante.- Respondió el rizado mientras jugaba con Lily.

Deacy llegó con mantas y almohadas y las colocó por el suelo en toda la habitación y se sentó junto a ellos.

-John, ¿tu madre no se molestará si se da cuenta de que nosotros estamos aquí?- Preguntó el rubio.

-No, de eso no te preocupes Roger. Mi madre le da igual, dice que ya estoy lo suficientemente grande como para decidir quien se queda conmigo y quién no.- Exclamó y volvió a ver a Freddie con una sonrisa.

Brian al escuchar lo que dijo John bajó la cabeza. Pues deseaba que su madre le dijera lo mismo y no lo obligara a hacer cosas que no quiere.

Roger por el otro lado, no dejaba de observar a Brian. -Por su gesto el problema familiar de él tiene que ver con este tema. Cuando Freddie y John duerman hablaré con él.- Pensó el rubio.

Los Chicos Del 39B [Maylor / Deacury]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora