Nervous (Camren)

17

Miré a la castaña subir rápidamente por las escaleras tomada por la emoción de descubrir el que podría ser su nuevo hogar en los próximos días. Suspiré con cansancio, no es que no me gustara acompañarla, el problema era que habíamos estado en esto desde muy temprano sin detenernos y necesitaba un descanso.

–¡Lauren, ven!–escuché la voz de Camila gritar mi nombre.

No esperé que llamara de nuevo y me apresuré en ir tras ella. Subí tan rápido como pude esas escaleras encontrando a la chica esperando por mí frente a una de las tantas puertas que había en aquel piso. Al llegar a su lado noté la emoción con la que miraba aquella puerta, tal vez este sería el indicado para ella, pensé sonriendo.

–Vamos abre–dije dándole un pequeño empujoncito con mi hombro.

–¿No deberíamos esperar a la encargada del lugar para que nos lo muestre?.

–No creo que le importe que echemos un vistazo antes–contesté animándola a que abriera porque sabía que se moría por hacerlo–Además llegamos mucho antes de la cita con ella, tenemos tiempo.

–Supongo que tienes razón–dijo pensativa.

Luego de unos segundos me regaló una hermosa sonrisa para terminar abriendo la puerta con la llave que nos habían entregado previamente. Un vez abierto nos adentramos lentamente en el apartamento, el cual era algo pequeño pero que sin embargo a primera vista lucía acogedor. Caminamos un poco alrededor de la sala de estar examinando muy bien cada rincón del lugar aunque mis ojos de vez en cuando se posaban en Camila. Me gustaba la expresión que tenía justo ahora, era de total fascinación... quizás como la mía al verla. A un lado de la sala de estar había una puerta corrediza que llevaba a un pequeño balcón y al otro extremo se podía ver el pequeño comedor. Luego estaba el pasillo donde pude notar varias puertas que supuse serían dos habitaciones y un baño.

–Esto es hermoso–habló la castaña girando en su lugar.

–Si que lo es–respondí sin apartar la vista de ella y con una pequeña sonrisa.

–¡Iré a ver la cocina!–dijo emocionada.

La ví marcharse tan pronto lo dijo, cruzó la sala y continuó con el comedor y luego se adentró en lo que supuse sería la cocina. Lentamente la seguí apoyándome en el marco al llegar. Camila examinaba todo con mucho cuidado, revisaba cada cosa del lugar por más pequeña que fuera.

–¿Y bien?–pregunté haciendo notar mi presencia.

Ella levantó su cabeza en mi dirección dejándome ver sus radientes ojos.

–Este apartamento va ganando, aunque también me gusta el primero que vimos–contestó con su hermosa sonrisa.

–Ese también era lindo–acordé.

La castaña caminó hacia mí envolviendo sus brazos a mi alrededor. Los míos no tardaron en abrazar su cintura haciendo que de esa manera quedaramos muy cerca la una de la otra. Di un pequeño beso en su frente y me alejé de ella sin realmente quererlo.

–Ven, continuemos mirando el lugar–dije tomando su mano y tirando de esta.

Caminamos hacia el pasillo, la primera puerta daba a una habitación pequeña, la segunda era un baño y por último había otra habitación. Esta era un poco más grande que la anterior así que supimos que esa era la principal además se encontraba al final del pasillo. La castaña se sentó en la cama que había en aquella habitación, este era uno de los pocos apartamentos que habíamos visto que venía amueblado y eso le daba un punto a favor. Me acerqué sentándome a su lado dejando luego mi cabeza apoyada en su hombro.