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Mi madre tomó una respiración profunda cerrando sus ojos por un momento. La observé atentamente esperando por su siguiente acción, la verdad era que no sabía qué esperar. ¿Se emocionaría porque al fin su hija estaba saliendo con alguien, aunque este alguien fuera una chica, o puede que se molestara más?. Esperaba que fuera la primer opción, ya que mi madre enojada no era para nada agradable. Sin embargo esto conllevaba contestar a sus preguntas lo que tampoco quería hacer. Tragué cuando de nuevo sus ojos se posaron sobre mí, analizándome cuidadosamente. 

–Vete a dormir, mañana hablaremos de esto–dijo después de algún tiempo. 

No esperé a que lo dijera dos veces, corrí a la seguridad de mi habitación. Me había salvado de su interrogatorio, al menos por el momento y con suerte en la mañana se olvidaría de todo esto. Salté directo a mi cama tomando mi celular en mis manos, abrí la aplicación de mensajería viendo que tenía varios mensajes de mi novia preguntando si había llegado bien a casa. Sonreí a pesar de todo y comencé a escribir rápidamente. 

«Necesito contarte algo, es importante»

«Por cierto ya estoy en casa»

El aparato no tardó en vibrar con la llegada de un nuevo mensaje.  

«¿Pasó algo malo?»

«¿Estás bien?»


Reí por su preocupación, era adorable. 

«No es nada malo, bueno creo... no lo sé»

«¿Crees? Dime qué es lo que ha pasado»

«Me dejaste embarazada... »

Mordí mi labio para tratar de no reír con mi pequeña broma. Probablemente no era momento para bromear a como estaban las cosas con mi madre pero no pude evitar escribir eso, quizás de esta manera decirle que se me había escapado sobre lo nuestro frente a ella no sería tan difícil de manejar. Porque se sentía como si la estuviera traicionando de alguna manera y después de todo la castaña me había pedido algo de tiempo. No quería que se sintiera presionada o algo por el estilo. 

«¡Eres una tonta!»

«Estaba comenzando a preocuparme de verdad»

Solté una suave risa.

«Lo siento, no pude evitarlo»

«Pero en serio podrías dejarme embarazada con todo lo que hicimos en la tarde»

Su respuesta llegó de inmediato.

«Podría si los dedos embarazaran»

«Ya vete a dormir Jauregui»

«¡No! !Espera Camz!»

Al ver ese último mensaje me apresuré en responder. Lo menos que quería ahora era no contarle lo que había sucedido al llegar a casa, necesitaba saberlo y no sé si podría esperar a que amaneciera para hacerlo. Además, no tenía ni idea de si en la mañana se me terminaría escapando más información con respecto a nuestra relación. Ni siquiera tenía idea de la reacción que tendría mi madre cuando se enterara que era bisexual. Aunque claro no pensaba decirle esto último en estos momentos, hay personas que no lo entienden y no estoy segura de querer averiguar si mi madre forma parte de ellas.

Nervous (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora