Las cosas con Camila iban bien, aunque no mostrara signos de querer abrirse al mundo con respecto a nuestra relación, todo marchaba con calma. Claro que en ocasiones teníamos peleas tontas, la mayoría de estas eran debido a los celos inexplicables de la castaña cada vez que alguna chica se me acercaba, incluso solo si era para preguntar sobre la hora o alguna dirección. Aunque eso solíamos resolverlo en poco tiempo. No debía tener alguna duda de mis sentimientos hacia ella , me encargaba de dejárselo claro en cada oportunidad pero parecía que aún no lo tenía del todo claro.
Miré al pequeño demonio que ahora mordía mis pies. Reí por las cosquillas que me provocaba y terminé por empujarlo suavemente para alejarlo de mis dedos. La bola de pelos saltó cayendo cerca del borde de la cama pero en un segundo ya estaba en el suelo. Solté una carcajada por lo torpe que era el gato, de vez en cuando me hacía la pregunta de si en realidad no era otra cosa pues según creía los gatos eran animales ágiles. Me levanté de la cama y me moví para alcanzar a mi más reciente compañero de cuarto. Yo lo iba a dejar atrás pero mi novia insistió en que tenía que vigilarlo constantemente.
–Te pareces mucho a tu mami Camz–hablé con la cosa peluda que se movía en mis manos.
Qué podía decir, me había encariñado con el bichito a pesar de no gustarme los gatos pero eso Camila no tenía por qué saberlo. Sin embargo estaba segura que lo hacía y se burlaba de mí por eso.
Dejé al animal abajo y comencé a prepararme para mi día de trabajo. En realidad no era uno de mis días pero Normani me lo había pedido, además dinero extra nunca caía mal. Una vez lista tomé mi bolso y salí de casa, no sin antes asegurarme de dejarle suficiente comida y agua al gato. También me aseguré de limpiar su caja. Mierda, yo realmente estaba haciendo esto. Taylor bromeaba constantemente sobre eso diciendo que Camila tenía poderes especiales o algo así para hacerme cuidar de un gato. Ella sabía que no me gustaban y por eso cuando lo llevé a casa conmigo se sorprendió bastante.
El viaje fue corto, al llegar a la tienda me encontré con Mani y conversamos unos segundos antes de que ella tuviera que irse. Tenía un compromiso que atender y no quería retrasarse. Solo atendería unas horas y luego podría ir a casa... o podría ir a ver a Camila. La segunda opción sonaba mejor. Supongo que la decisión ya estaba tomada en mi cabeza.
Durante la primera hora arreglé algunos de los estantes, revisé un par de veces el inventario, limpié cerca del mostrador, ese tipo de cosas. En realidad hoy parecía ser uno de esos días tranquilos y totalmente aburridos. Me mantuve metida en mi teléfono hasta que la campana de la tienda sonó, haciendo que levantara la vista. Una sonrisa creció en mi cara al ver a mi novia caminar hacia mí.
–Hey–saludé luego de besarla–¿Qué haces aquí?.
–Solo quería mirar algunos artículos, ya sabes–se encogió de hombros.
–¿Si?–ella asintió como respuesta–¿Y encontraste alguno que te gustara?–pregunté jugando, haciendo el mismo tono que utilizaba frecuentemente con los clientes.
–La verdad, sí–contestó mirándome mientras mordía su labio inferior–Pero creo que es un artículo para mayores de edad.
Reí negando.
–No soy un juguete.
–¿No? Entonces dime por qué me divierto tanto contigo cuando...
–Ya, está bien–la interrumpí aún riendo–Alguien podría entrar y escucharte decir todo eso.
–Solo estaba jugando.
–Últimamente te gusta jugar mucho–la miré con diversión volviendo detrás del mostrador al escuchar la campana.

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Nervous (Camren)
FanfictionLauren no deja de pensar en Camila desde que la vio en esa cafetería hablando con su amiga Ally, es por eso que desea conocerla y saber más sobre ella. Solo tiene un pequeño problema y es que no puede evitar ponerse nerviosa cada vez que está cerca...