Nervous (Camren)

20

Me acerqué a la cocina en silencio escuchando todas esas risas salir de las niñas. Una sonrisa en mis labios se formó por instinto. Las pequeñas se callaron a penas me vieron llegar al lugar, todas ellas a excepción de Sofía quien se bajó de la silla donde estaba sentada para correr a mí. Me abrazó con sus pequeños bracitos y me regaló una hermosa sonrisa.

–¿Laur podemos hacer algunos batidos?–preguntó sin quitar su sonrisa de su rostro, mirándome con esos ojos a los que sabía no podía resistirme.

Mierda, eso sin duda era de familia. Mi debilidad, pensé después llegando a la conclusión de que las Cabello acabarían conmigo de alguna manera.

Tomé una respiración antes de dar mi respuesta, no quería que se pusiera triste por negarme a su petición pero podría acabar mal... de nuevo. Tenía que pensar en algo.

–Creo que ustedes ya hicieron suficiente–dije en broma arrepintiéndome segundos después al ver como cambiaba su expresión–Pero yo podría hacerlos más tarde.

–¿De verdad?–se animó.

–Sí. Ahora, ¿puedes decirme dónde están tus padres por favor?.

–Ellos fueron a una fiesta del trabajo de papá–contestó pensativa–Nunca me dejan ir a sus fiestas–deshizo su abrazo para luego cruzarse de brazos con el ceño fruncido mientras inflaba sus mejillas.

–Estoy segura que no te gustaría estar en su aburrida fiesta–dije pinchando uno de sus costados haciéndola reír.

–Tienes razón. Me gusta más estar con Kaki y ahora contigo–dijo feliz. 

–Bien–dije con una sonrisa juntando las manos–¿Qué les parece si ustedes ven una película mientras yo recojo la sala?–propuse.

–¡Sí!–gritaron todas a la vez. 

Bueno, eso las mantendría ocupadas por un buen tiempo. Con eso en mente no tardé mucho en colocarles la película en el cuarto de Sofia. Cuando regresé a la sala busqué la bolsa con los cosas que había comprado y que dejé olvidada con todo lo sucedido. La dejé en el pequeño desayunador de la cocina y regresé para recoger las cosas tiradas. Luego de limpiar, lo cual me había tomado más tiempo del que creía, quité la fina capa de sudor que bajaba por mi frente con mi brazo y me dirigí a la cocina para prepararle algo de comer a Camila, aunque probablemente estaría descansando como le dije que hiciera.

Cociné la sopa que traje para ella en una olla pequeña dejándola en bajo calor para que no se enfriara cuando la subiera hasta su habitación. Terminando de recoger algunas cosas que usé sonreí satisfecha con el resultado pues la sopa no me había quedado tan mal después de todo, no era la gran cosa pero para mí que no tenía ni una idea sobre cocinar hacer una simple sopa ya era algo. Recordé entonces que más tarde le daría las gracias a mamá que me aconsejó por mensajes de texto. Tal vez venía siendo la hora de aprender a cocinar, pensé. Solo tal vez. 

–¿Lauren?–escuché que llamaron mi nombre.

Giré hacia la entrada de la cocina donde se encontraba Sofi con su grupito de amigas a su espalda. Me miraban de forma tímida mientras la menor de los Cabello se acercaba a mí. 

–¿Qué pasa?–pregunté agachándome un poco para quedar a su altura–¿Ya terminó la película?.

La niña asintió. Si que había pasado algo de tiempo desde entonces, miré con sorpresa la hora en mi teléfono confirmando que de hecho ya era tarde.

–¿Quieres que ponga otra antes de que se vayan a dormir?–pregunté pero ella negó en silencio.

–¿Entonces?.