Ewynor lloraba amargas lágrimas en el calabozo donde estaba preso junto a su hermana Arwin, que en ese momento dormía.
La dama se le acercó y Ewynor pudo ver su piel blanca inmaculada, sus dedos con ricos anillos de plata, su vestido negro como el azabache, que le caía como una campana desde su bonita cintura y pudo ver un mechón de su pelo negro sobre sus hombros, pero lo que más llamó la atención de Ewynor, fue la daga que sobresalía de entre los pliegues de su vestido.
Esa mujer, los había apresado en una celda mágica, que iba extrayendo su energía para generar una imagen perfecta suya.
Ewynor había podido ver la copia que la dama había hecho de él y de su hermana, y gracias al conjuro que la mujer había hecho, había podido ver cómo su doble entraba en el palacio y hablaba con Diana, había visto cómo la doble de Arwin entraba en la habitación de Diana y había visto cómo Diana caía en la trampa que esa mujer le tendía y aceptaba la invitación del falso Ewynor.
Ewynor no podía ver esas cosas, simplemente no podía ver cómo Diana caía en las trampas que esa hechicera le tendía y por eso se estremeció al oír la fría voz de su carcelera que decía:
- Todo va como yo había previsto, esa niña ingenua hará lo que yo le diga si tiene algo que ver contigo. Parece que está loca por ti.
Ewynor cerró los ojos con fuerza pues había aprendido en su entrenamiento como elfo guardián, que no todo lo que te dicen es verdad y en parte no quería creer a la dama pero esperaba que lo último que había dicho fuera verdad.
La dama continuó diciendo:
- Es un poco inútil pero si gracias a ella conseguiré el trono de Ariwëy, bienvenida sea
- Estás loca- escupió Ewynor- no hará lo que tú le digas, es valiente y no caerá en tu trampa.
- Oh- continuó ella- ¿te gusta la princesita Diana? si, es eso, ¡Débil!- gritó ella- ¡El amor es para débiles, tú podrías ser uno de mis mejores guerreros y te niegas por amor a una idiota que acaba de descubrir quién es hace apenas unos minutos!
- No soy débil- dijo Ewynor, que se sentía desfallecer por toda la energía que la dama le robaba.
Ella se le acercó y dijo:
- ¡Pues claro que eres débil! Y jamás podrás demostrar lo contrario a menos que te unas a mí.
- ¡Nunca!- gritó Ewynor- Nunca me uniré a tus filas, asquerosa Dama Bliway.
Segundos después desfalleció.
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El bosque de Ariwëy
ФэнтезиLa voz había vuelto, Diana ya la había olvidado pero ahí estaba. Esa voz susurrante que provocaba en Diana una sensación de familiaridad estaba otra vez allí, después de 5 años había vuelto para traer de nuevo a su memoria recuerdos que no eran suyo...