13

7.6K 663 189
                                    

Los pasillos de la preparatoria se llenaron de murmullos y de periódicos escolares. El club de periodismo publico el artículo de Ernie. Hanna, Daniel y yo nos mantuvimos en silencio toda la mañana; sabíamos lo grave que era la historia de Tobías, y por más que buscáramos alguna falla en el artículo, no había alguno, todo estaba perfectamente reseñado y con pruebas.

–Creo que debemos investigar más a fondo –dijo finalmente Daniel al terminar de leer por tercera vez el periódico.

–Puedes hacerlo –me encogí de hombros–, pero no creo que lo hagas mejor que Ernie. Tiene mucha experiencia como reportero y le tomo al menos dos meses desde que Dylan hablo con él para publicar la historia. Así que tuvo suficiente tiempo como para no dejar escapar algún detalle trascendental.

–Estas siendo muy pesimista –replicó Hanna–. Tal vez él no fue el culpable.

Me pare en seco a mitad del pasillo. Me volví hacia ella con expresión ceñuda, ella retrocedió un paso con aspecto pasmado.

–¿Crees que no me he querido convencer de que Tobías es inocente? –escupí–. Pero la pericia y la fiscalía determino muy bien que él fue el causante del incendio, Hanna. Yo más que nadie quisiera que no fuera así, pero lo es y hay que aceptarlo.

Daniel nos miró alternadamente, y luego de un breve e incomodo silencio, dijo:

–A ver, tenemos que calmarnos. Siempre hay posibilidades de que haya un error por parte de la justicia. Se pudieron equivocar los expertos y...

–Bien, Daniel –lo interrumpí abruptamente–, si tanto crees que sabes, entonces investígalo por tu cuenta, y hazme saber si hay alguna prueba de que Tobías es inocente –abandone el pasillo dando grandes zancadas. Sentí las miradas de mis amigos clavadas en mí. Era muy extraño las veces con la que los trataba con hostilidad, pero esa era mi respuesta frente al miedo.

Llegue a un pasillo vacio. Apoye mi espalda contra la pared y suspire. Había pasado toda la noche pensando en quien era Tobías. Llegue a imaginarme una vida con él, ser su novio. Era una locura, ya no había posibilidad de que siguiera con él. Se convirtió en la persona más peligrosa en mi vida, mucha más peligrosa que Colbyn, sin embargo, no lo odiaba como odiaba a Colbyn. Quizá porque Tobías no me ha hecho ningún daño, por ahora... Tenía que enfrentarme al hecho de que tarde o temprano tendré que hablar con él.

Me abrace, el silencio espectral del pasillo hizo que me sintiera el ser mas solo del mundo, y por alguno extraño motivo, eso me hizo sentir bien, seguro y reconfortando. Pero el silencio fue asaltado con el portazo de una puerta. Gire mi cabeza a la izquierda y de la oficina del Director salió Dylan con el ceño fruncido, y un Ernie muy pálido.

–¿Qué paso? –les pregunte cuando me pasaron al lado. Dylan estaba tan molesto que no advirtió mi presencia hasta que le hable. Ernie me ignoro y doblo la esquina.

–Ese maldito –masculló–, el maldito Director nos ha castigado por tres meses.

–¿Qué? ¿Por qué?

–Por el artículo de prensa.

–¿Pero como supo que tú tenias algo que ver?

–El traidor de Ernie me delato para aligerar su castigo.

–Pero el artículo es cierto. La historia era real.

Dylan dio una patada a la pared con profundo enojo.

–El imbécil Director argumento: <<Tobías no pudo dar su opinión sobre el articulo y por lo tanto se trata de una difamación>> –imitó con voz aguda el Director.

Mi AcosadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora