Yassir.Había despertado con un terrible dolor en el cuello, el sillón junto a Kate no era nada acogedor así que me estiré y como un reproductor de vídeo las imágenes de ayer llegaron a mi cabeza, consciente de todo lo que había dicho y hecho besé la frente de Kate y le pedí nuevamente perdón.
Era muy temprano aún, por lo que me di una ducha rápida para ir ver cómo había amanecido Amaranta, Said no había pasado la noche en casa al parecer y eso me provocaba un poco de alivio, porque sino hubiera hecho muchas preguntas e insinuaciones, quizás las mismas que yo insinué sin motivo alguno, ahora me avergonzaba tanto haberle dicho a Amaranta ese tipo de cosas, una parte de mí lo sabía, pero quizás era la forma de mantenerme alejado de Amaranta, la deseaba como un loco y lo peor era que no sabía desde cuándo había empezado esa absurda atracción hacia la niñera rebelde y torpe que cuidaba de mi hija.
Fuí a mi cuarto y me encontré sorprendido al ver que la cama estaba vacía y las sabanas no tenían ningún tipo de arruga ¡niña necia!
Bajé las escaleras buscándola, ¿qué tan difícil se le hacía seguir una orden? Sólo debía quedarse ahí acostada y tomar un poco de reposo, claro... aunque con mi estúpida confesión de ayer hasta a mí me había dado miedo, pero había reflexionado toda la noche y entonces supe que esto no era más que una mala jugada de mi contención y que de verdad Amaranta no me interesaba de la forma sentimental, pero si de la manera sexual, era demasiado atractiva para que mi ser primitivo la pasara por alto, y es que siempre había sido controlado en esa forma, pero con ella no podía controlarme aunque algo tenía claro y era que debía tomar mi distancia y respetarla.
No estaba en la sala, ni en la cocina, así que fui directamente a su habitación. Toqué una, dos y tres veces y nadie contestaba. Así que me tomé el atrevimiento de intervenir al cuarto.
Tommy estaba dormido en la cama, y escuchaba el agua caer en el baño, por lo que asumí que estaría dándose una ducha, necesitaba hablar con ella, no iba a poder estar en esa condición atendiendo a los niños al menos por un par de días mientras su pie seguía hinchado, gracias a Ala no había sido algo mucho peor, porque no hubiese podido con la culpa... ¿Qué hubiese pasado ayer si por culpa de los celos absurdos no me hubiese detenido? Había Sentido un extraño sentimiento al verla gemir en mi boca, pensé que quizás había estado de ese modo con Said y que le había gemido a él de la misma manera, entonces tuve que formular esa estúpida pregunta que la hizo correr y rodar por la escaleras.
¡Imbécil!.—¡Ay, Maldición!—casi salía de la habitación cuando escuché gritar a Amaranta, por lo que sin dudar toqué la puerta del baño y pregunté si estaba bien.
—¿Señor Yassir?— vuelve y juega con su "señor" su voz se escuchaba bastante adolorida así que me alerté
—¿Amaranta, te sientes bien?—pegué mi oído a la puerta para escuchar lo que pasaba ahí adentro.
—Solo me he lastimado, además estoy bien. No necesito ayuda Señor Yassir—me habló desde el otro lado y bufé, ¿A quién saldría así de obstinada?
—¡Eres terca mujer! El médico te había dicho que tomarás re... poso...— abrió la puerta dejándome sin palabras al ver como el agua goteaba de su cabello y recorría un camino hacia sus pechos, tenía los ojos llorosos y un gesto de arrepentimiento en la cara, también intentaba mantener el equilibrio con un solo pie, mientras que con una mano sostenía su toalla.
Verla de esa forma me hizo tragar en seco y quitarme el habla.
—¿Cómo crees que llegarás hasta allí?—le pregunté atontado, señalando la cama.
—Como bajé las escaleras y también como entré a ducharme—dijo en tono serio y seco.
—No debiste hacer eso—le regañé.
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A Través De Su Sonrisa
RomanceAmaranta Mejia es una linda y torpe madre soltera que quedó embarazada cuando fue con su novio a la fiesta de graduación, su novio... André a las pocas semanas se marchó sin despedirse para estudiar fuera del país, Amaranta se enteró un mes después...