Capítulo 26

6.4K 391 10
                                    


Yassir.

Me observaba bastante sorprendida, pero luego su mirada se dulcifico, cómo si verme fuera el único deseo que haya tenido en ese momento. Cerré la puerta tras de mí con mi pecho bajando y subiendo de forma rápida, apenas pude ausentarme, pero necesitaba verla una vez más, no espere encontrármela de esta forma, mi lívido se subió al verla en ropa interior.

—¿Q-que haces aquí?— preguntó nerviosa, no contesté... Solo me limité a verla— alguien podría verte...— dijo mientras me acercaba a ella.

Cuando la tenía a solo centímetros de mi, ella apartó la cara y nos separó con su mano, esa misma que tomé y quité de mi pecho suavemente y la lleve hasta mi boca para darle pequeños besos en los dedos.

La escuché suspirar y ese gesto me hizo sentir tranquilo.

—Te he extrañado...—las palabras salieron de mí sin siquiera darme cuenta, pero era la única verdad que conocía, la extrañaba.

—Yassir...

—Dilo de nuevo, quiero escuchar cómo pronuncias mi nombre—dije mientras acariciaba el lóbulo de su oreja y parte de su mejilla cuando acune su rostro.

—Es el cumpleaños de tu hija, afuera está la mujer que amas, por favor...— dijo con los ojos cerrados sintiendo el calor de mis dedos que ahora estabas sobre sus labios.

—Estaba deseoso por tenerte de nuevo así, no permitiré que esta vez te vayas sin al menos darme un beso.— dije con toda mi piel vibrando por estar cerca de ella.

—La ultima vez había sido una despedida muy dolorosa para mí...—dijo con una notable tristeza en sus hermosos ojos café.

—¿Crees que para mí no?—me miró de forma inquisidora, pero luego suspiró dándose por vencida.

—Tú no...—ya sabía lo que diría.

—Sí, no me enamoré, pero en estos momentos en los que siento mi corazón agitarse con tu sola presencia me pregunto si es verdad que no te amo—abrió sus ojos sorprendida, no le di tiempo de reaccionar y en plena oscuridad coloqué cada una de mis manos a cada lado de su cabeza y como una bestia sedienta bebí de sus azucarados labios, había soñado con hacer eso desde el primer momento que la había visto. Sabía que ella era débil por sus sentimientos hacia mi y no debería confundirla más, estaba siendo un maldito egoísta de nuevo, pero ni yo mismo tenía control cuando tenía a esta mujer tan cerca.

—¿Tú hiciste todo esto?— preguntó agitada cuando nos separamos.

—No, yo ya venía para acá cuando la luces se apagaron...—dije recobrando la respiración y tratando de contenerme para besarla de nuevo, ella con aflicción negó con la cabeza.

—Sal de la habitación, no debiste besarme— dijo apenas con un susurro audible.

—Amaranta...—susurre.

—¿Qué quieres de mi? ¿por que no me dejas en paz de una buena vez? ¿porqué te gusta jugar conmigo? No seas tan egoísta por una maldita vez en tu vida Yassir—sus ojos estaban encendidos esta vez, otra vez la estaba lastimando.

—Yo... Solo fue un impulso lo siento, solo quería saber si estabas bien y...— en realidad moría por hacer eso desde la misma noche que se fue, cada noche soñaba con ella, con su contagiosa sonrisa, con su suave y cálida piel, no podía sacarla de mi cabeza ni cuando hacía el amor con Kate y eso en estos momentos me hacía dudar de mis verdaderos sentimientos hacia la mujer que tenía en frente.

—Acepto tus disculpas, ahora vete para que pueda vestirme, alguien podría venir y vernos... Ya suficiente con las miradas extrañas de tu esposa—empezó a buscar con la linterna de su celular en la cama y halló un vestido de flores holgado, luego se detuvo como si hubiera caído en cuenta sobre algo— ¿Ella sabe algo?—me miro con los ojos entrecerrados.

A Través De Su Sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora