Capítulo 24

6.4K 389 106
                                    


Yassir.

Mis tripas se retorcían al ver como le sonreía a Hamilton, Kate me había hecho una serie de preguntas respecto a Amaranta que evadía sutilmente, incluso había preguntado que si estaban juntos Noah y ella,  y eso no hizo más que incomodarme, ¿por qué de pronto me sentía celoso por cada hombre que se le acercaba?

Katherine había despertado y nada anhelaba más que eso, sin embargo no dejaba de importarme lo que esa mujer hiciera, juro que quise romper el cuello de Noah Hamilton cuando lo vi tocarla, tuve que tener mucha fuerza de voluntad para no romper su brazo mientras bailaban.

¿Qué hacía Amaranta con él?

Desde que había aparecido Amaranta en mi vida no hacía más que ponerme celoso con todo y jamás había sido así, siquiera con Kate... ¿Qué me pasaba? Me llenaba de impotencia y frustración no poder controlar mis sentimientos y mis actos cuando la tenía cerca.

Los siguientes días que llegaron traté de ignorarla, también acompañaba a Kate a dar de vez en cuando un paseo, le hacía bien distraerse ya que a veces le veía pensativa, cómo si tuviera miles de preguntas en la cabeza, se notaba inquieta... Sentía que quería preguntarme algo, pero no se atrevía, entonces había decidido que la dejaría hacerlas una vez haya tomado valentía.

Por lo tanto esos días notaba un evidente distanciamiento entre Amaranta y yo, no sabía quién evadía a quien, hasta que hace dos días me había enviado un mensaje diciendo que quería hablar conmigo de un tema sumamente importante. Le había dicho que no tenía tiempo ya que estaba muy ocupado y pocas veces coincidíamos a pesar de convivir en la misma casa, pero me pidió que le hiciera un poco de espacio en la agenda y no volví a contestarle el mensaje.

Katherine me había dicho que Amaranta era bastante tímida con ella, que se le hacía agradable su forma de trabajar, pero que incluso a veces sentía un poco de celos al ver que Michelle la adoraba, que prefería pasar más tiempo con Amaranta y Tommy que con ella, le expliqué que Michelle estaba en un punto de adaptación, que debía acostumbrarse a ella, eso no quería decir que no la amara, incluso Michelle la amaba demasiado, pero las cosas no podían cambiar de la noche a la mañana y menos en tres semanas. Sí, habían pasado exactamente tres semanas desde que Kate había despertado; por otra parte agradecía en que la distancia que habíamos tomado Amaranta y yo no hiciera que Kate sospechara que hubo algo entre nosotros, Ella y yo jamás volvimos a tocar el tema... era como si nunca hubiese pasado, aunque en realidad creía que ninguno de los dos quería tocarlo, quizás las circunstancias habían hablado por nosotros.

Me había preguntado en ocasiones cómo se había sentido ella al respecto, sabía también que no era amor lo que ambos sentíamos, pero lo que sí parecía seguro es que era lo suficientemente incómodo y por eso le huía a Kate, podíamos fácilmente echarle tierra al asunto y ser solo amigos, pero... ¿A quien quería engañar? jamás la quise cómo amiga. Ahora a pesar de los celos que sentí estas semanas sin verla se ha disipado un poco de mi cabeza, no la pienso como antes, más que todo trato de recuperar el tiempo perdido con Kate, pero para "curarme en salud" era mejor mantenernos igual de alejados.

—Amor...— la puerta se abrió y enfoqué a mi dulce esposa con un plato en las manos, has pasado toda la noche trabajando y no has comido nada.—hizo gesto lastimero.

—Estoy bien así Kate— rodeó el escritorio y se sentó en mis piernas.—Tengo demasiado trabajo.

—No quiero que seas tú el que enferme, quizás no sea tan fuerte como tú y yo sí desfallezca cuando lo hagas, así que por favor...come algo—dijo mientras acariciaba mi barba.

Tomé el plato y le di un mordisco al delicioso sándwich, ella sonrió satisfecha.

—¡Está riquísimo amor!—le di un beso en los labios— gracias.

A Través De Su Sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora