Capítulo 22

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Yassir.

Ami: Buenas noches Amaranta, que tengas dulces sueños.

Yassir: Gracias... Buenas noches también para ti, descansa.

Al llegar a casa lo primero que hice fue darme una ducha, me sentía cansado... Karla ayudó a organizar la ropa a Michelle quien parecía haber perdido ese brillo característico cuando Tommy y Amaranta estaban cerca, no dijo nada mientras estábamos en el auto, solo miraba por la ventana hasta que casi sin darnos cuenta se había quedado dormida con su carita triste, me molestaba profundamente verla así y saber que era culpa de Miriam... ¡Esa bendita mujer!

No tenía sueño por lo que adelanté algo de trabajo en una de las sillas de descanso que yacían a orillas de la piscina, imaginar mi encuentro con Amaranta en ese lugar era algo inevitable así que me decidí a ver a Kate... En realidad era lo primero que quería hacer, pero empecé a dar vueltas, la culpa no me dejaba por lo que tomando la valentía lo hice.

Abrí la puerta y nada había cambiado en estos días, ni en estas semanas, meses, años... Aún seguía ahí, inmóvil.

Siempre había detestado que despertara tarde, sentía que así no tenía el suficiente tiempo con ella porque en ese entonces mi padre, el trabajo y los viajes me consumían. Y ahora no tenia forma de pedirle que despertara porque ya había dormido una hora de más solo porque quiero tener una pequeña charla antes de irme a trabajar, un pequeño momento a compartir.

El cuarto estaba tan fúnebre como siempre, pareciera que ahí no hubiera vida... Pareciera que toda esencia de ella, incluso su perfume se había esfumado con el pasar de los días, antes podía percibirlo, pero ahora solo veía una luz tenue con un cuerpo casi sin vida tirado en la cama, y eso me entristecía... ¿A quién no lo haría?
Sólo por un momento piensen en una persona a la que aman demasiado, la aman tanto que darían la vida por ella, ahora piensen en que esa persona que tanto aman y con la que compartieron muchos momentos de felicidad de pronto no está... En mi caso Kate está sin estarlo, y no se qué sería peor que eso, a veces me gustaría escuchar su risa, tener un último baile de salón, acariciar su espalda desnuda... ¿Porqué a ella?, Aún no comprendía.

Quizás Miriam tenía razón y lo que yo estaba haciendo no era lo correcto, quizás Kate necesitaba descansar. Me senté a su lado y acaricié su rostro.

¿Acaso estaba siendo egoísta con Kate? Tal vez era hora de dejarla ir...

—H-hola Kate— la miré y suspiré de cansancio—Michelle estaba muy feliz de ir a playa, se divirtió mucho con Tommy, él es su nuevo amigo. Viven aquí, Junto con... Am-amaranta que es la mujer que cuida a nuestra princesa—sonreí a medio lado al recordar la risa de puerco de Amaranta... ¡recuerdos no me ataquen!—ella se porta muy bien con nuestra hija, antes Michelle lloraba mucho por no tenerte, ahora puedo decirte que esto fué lo mejor que he hice por mi hija en muchísimo tiempo—aún recordaba como Amaranta me había enfrentado, cómo me habia hecho entrar en razón, me había dado un par de bofetadas con argumentos valiosos, ahí supe que ese pequeño desastre venía como un torbellino a poner nuestro mundo de cabeza para mejorarlo.

—Recuerdo que Michelle vivía apagada y yo no le prestaba la atención que necesitaba, solo vivía peleado contra el mundo, tratando de huir a tu recuerdo, pero entonces ella llegó y me hizo ver lo que no veía, me hizo entender y actué a tiempo. Ahora siempre tiene una sonrisa en su tierno rostro, eso me llena, estoy haciendo las cosas bien por nuestra hija, ¿sabes Kate? Me gustaría que la vieras cómo es, es muy inteligente y muy parecida a tí— sonreí al recordar el rostro de mi hija a carcajadas en la playa antes de que le dijera que se iría con Miriam— siempre puedo verte a través de ella.

A Través De Su Sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora