Mío

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Narra Estève

Madrugada del 24 de julio de 1940

Ha llegado el momento - pensé

Me acerqué a la cama de Nathaniel y lo desperté, tocando su pijama.

Estève: Nathaniel...

Nathaniel: uuuaaahhh... Estève son las 3 de la mañana... ¿Que quieres?

Estève: Jugar

Nathaniel: ¿Y no puedes esperarte a la mañana?

Estève: No, por que por la mañana no podré hacer esto

Me lanzé a darle un beso, el puso resistencia, pero yo era mas fuerte

Nathaniel: SUÉL...

Le tapé la boca con la mano

Estève: Hagamos esto bien ¿vale?

Le dije cariñosamente

Nathaniel: Mmmh!

Seguramente Nathaniel articuló palabra para insultarme, pero mi mano lo impedia.

Le di la vuelta y puse su culazo mirando hacía mí; sujetándole por la boca para que no gritase y de manera que estubiese acorralado y no se escapase

Le bajé los pantalones y deje a al descubierto su entrada.

La empezé a dilatar con los dedos

Metí 1 dedo y empezé a agrandar

Metí el segundo y empezé a mover en tijeras.

Y después de meter el tercer dedo metí mi pene

Nathaniel: Mmmmh!

No supe si ese gruñido fue de sorpresa o que me estaba poniendo a parir.

Yo gemía, aunque evitaba hacerlo muy alto

El culo de Nathaniel era perfecto. Yo movía las caderas y su entrada oprimía mi miembro de manera que gozaba de una manera divina.

Al final nos corrimos los 2, el en el suelo y yo dentro suyo.

Cuando saqué mi pene, hilos de semen unían mi miembro y su ano, le dije

Estève: Te amo. Pero lo que hemos hecho esta noche no se lo digas a nadie, o pasarán cosas, cosas malas

Nathaniel asintió asustado, había conseguido espantarle. Lo bueno es que ahora sería sumiso a lo que yo diga

1 Diario, 2 Historias, 2 CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora