Una flor roja en un callejón nevado

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Narra Adrien/Chat Noir

Estaba en mi cuarto, aburrido. Mi padre nunca me dejaba salir por su mania de tenerme controlado. Me dirigí a la ventana a admirar la vista que me ofrecía la cristalera de mi cuarto: La calle nevada, caía algún copo de nieve despistado, pero en general, no nevaba

Adrien: Iré a dar una vuelta de Chat Noir

Adrien: ¡Plagg, garras fuera!

Salí de mi cuarto por la gran ventana.

Cuando llevaba cómo una media hora patruyando, vi, en un callejón, un ser rojo delicado, delante de un individuo que vestía ropas oscuras, como un uniforme japonés.
Después de estar contemplando la escena, vi que el chico de ropas oscuras le metía un puñetazo a la chica pelirroja, dejándola en el suelo, sangrando, entonces me fijé que esa chica era mi amigo, Nathaniel.
Bajé del tejado en el que estaba para darle un puñetazo en la nariz al agresor de mi florecita roja, dejándole incosciente en el suelo y con un sangrado nasal. Nathaniel se incorporó. Vi que se quedó como paralizado, asi que le tendí la mano para ayudarle a levantar

Chat Noir: ¿Te llevo a casa? Es peligroso ir callejeando por ahí- siendo tan lindo- pensé

El asintió con la cabeza-que cuteeee >w<

Yo le cogí al estilo princesa y me dijo su dirección.

Al llegar a su casa me dirigí al baño para coger 2 discos de algodón y desinfectante

Le quité la sangre de debajo del labio y luego bañé en desinfectante el segundo disco

Nathaniel: ¡Aahhh!¡Escueze!

Chat Noir: Tranquilo, no seas exagerado

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Chat Noir: A la, ya esta

Nathaniel: Si...

Chat Noir: Adiós...

Nathaniel: Adiós...

Acto seguido, no me pude controlar y le besé en el pelo, el se quedó de piedra, claro, habia sido besado por el héroe de París.

Me senté en el alzéifar de la ventana, me despedí con la mano, el me devolvio el gesto, medio en estado de shock, y con la ayuda de mi bastón retomé el camino a mi casa.

Cuando me destranformé al llegar a mi casa noté que los pantalones y los calzoncillos me apretaban el pene; así que, me metí en el baño y liberé mi polla de su encierro y empezé a masturbarme...

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Adrien: ¡Aahhhh!

Cuando me corrí pensé:

Adrien: No se por que hago esto... Si seguramente a él no le gusten los hombres...

Continuará...

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No sabia si habia desinfectantes en 1940, pero me da igual, yo aqui pongo

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