1 Diario, 2 Historias, 2 Corazones

Carta de Nathaniel

29 de septiembre de 1941

Narra Adrien

Ya he comenzado la universidad. Todo el mundo dice que es una maravilla, pero a mi no me lo parece tanto. Teniendo el come-come de Nathaniel que desgraciadamente puede que esté muerto en una fosa común. Llego a la plaza delante de la universidad y, como siempre están los uniformes grises. Paso lo más rápido que puedo. No quiero que me dirigan la palabra. Las 2 veces que me han parado he estado lo más distante posible. En la puerta me esperan Marinette, Rose y Kim, los únicos que van conmigo a la Sorbonne. Las clases pasan lentas. Al salir, como siempre. Cogo el metro. No me apetece caminar. Llego a casa. Y me meto en mi cuarto a llorar. No aguantaba más.

Toctoc

La puerta

Adrien: ¡Adelante!

Entró Nathalie. Me dió una carta

Nathalie: Tu padre pregunta quien es

Adrien: Un amigo de la secundaria

Nathalie: De acuerdo, le informaré

Del todo no mentía, pero no iba a decir a quien pertenecía esa letra

Abrí la carta y lo primero que miré fue el lugar donde se escribía y la fecha

«Barcelona, 23 de septiembre de 1941»

Sentí que una gran euforia recorría mi curpo. Nathaniel estaba vivo. En Barcelona pero vivo. La carta tenía exactamente 6 días. Continué leyendo

«Querido Adrien,

Llevo más de 3 meses viviendo en Barcelona y se que no te he escrito. Pero han pasado muchas cosas desde qué me he ido que tendía que escribir un libro para narrar todo. Al día siguiente de tu cumpleaños, cuando me desperté Trini dijo qie había llegado una carta de su hermana desde Barcelona y tenía que irse corriendo ya que su madre había caído enferma. Estubimos 2 semanas de viaje. Al final, Kumiko, la madre de Trini murió a inicios de agosto. Después de eso vino el papeleo de la universidad y también se me pasó por alto. Por eso no te he podido escribir hasta ahora. Solo espero que puedas perdonarme y espero que respondas ha esta carta, aunque entiendo que no quieras responder.
Sea como fuese, no hay día que no me sienta nostálgico pensando en ti cuando estábamos en el parque, como si nos conociesemos de toda la vida y tan solo hace 21 meses que nos conocemos. No me enrollo más que me quedo sin papel.

     Un beso y un abrazo, Fabian Müller»

Lloré cuando leí la carta. Tenía una emoción que no podía conmigo mismo. Estaba vivo, Nathaniel estaba vivo!! Cogí la carta y la metí en cajón para conservarla y me senté en el escritorio. Quería contestar a Nathaniel lo antes posible

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Puse la letra de la carta en negrita pa q se diferencie