Castigo

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Narra Estève

Madrugada del 11 de septiembre de 1940

Estaba recostado en mi cama. Nathaniel dormía.

Estève: Maldito rubio oxigenado - musité en voz baja - ¿Cómo se atreve a tocar lo que es mío?

Miré a Nathaniel dormitar

Estève: Pues claro >: )

Me acerqué a Nathaniel y le empezé a besar el cuello

Se despertó y se asustó

Nathaniel: ¿E-Estéve?

Estève: ¿¡Cómo te atreves ha acercarte a ese rubio oxigenado?!

Dije con la voz lo suficientemente alta como para intimidarle pero no como para despertar a alguien

Nathaniel: ¡Con Adrien menos!

Le dí una bofetada y le dejé desprotegido.

Le cogí del cuello del pijama y le dije

Estève: Tu eres mío

Lo tiré a su cama, le bajé los pantalones, me saqué el miembro, le tapé la boca y se la metí sin dilatar

Estève: ¡Así sabrás que pasa cuando eres una zorra!

Empezé a mover las caderas de una manera que hasta un poco de daño me hacía

El, intentaba hacer espavientos para liberarse de mi encierro, pero se lo puse muy complicado

Al final me corrí dentro suyo.

El también se corrió, pero en el suelo

Saqué mi pene y le cogí del pelo para susurrarle al oído:

Estève: Tu eres mío... Y si te opones... Ya sabas lo que pasa

El asintió, asustado, lo dejé en la cama y yo me metí en la mía. Le oí llorar. Se lo merecía

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