Narra Nathaniel
Mañana del 23 de marzo de 1942
Y... Salió... Mi... Madre...
Estaba atada y le habian rapado el pelo, pero la reconocí al instante
Le quité le venda que le impedía hablar y le desaté las manos
Estaba llorando
Nathaniel: Ma-ma-ma
Therésè: Hijo, Nathaniel
Nathaniel: Mamá, estoy aquí, estoy aquí
Los 2 estábamos llorando y en ese maravilloso momento, oímos pasos. Cogí a mi madre de improviso y nos situamos en los tejados del campo.
Nathaniel: Voy a buscar a los tíos y a la abuela, no te muevas de aquí
Mi máma asintió y acotó las órdenes
Me deslicé hacía abajo, flotando lentamente y reconocí a mi tía y a mi abuela por los que la cogí en un movimiento seco y las atraje hacía a mí. Su cara expresava miedo. Intenté calmarlas
Nathaniel: Tranquilas, soy yo, Nathaniel
Abuela Adélàide: Nathaniel ¿De verdad eres tu?
Nathaniel: Sí, soy yo
Tía Cassandre: Pero si me contaron que desapareciste, así de la nada
Nathaniel: Sí, ya, eso es un tema que ya trataremos en otro momen...
Oímos un disparo y nos volvimos asustados
Un soldado nos había descubierto
El soldado volvió a disparae, agujereando el pañuelo de Tía Cassandre
En ese instante, las cogí y las elevé a una velocidad vertiginosa, haciéndo inútiles los tiros de aquel soldado.
Cuando llegué al tejado, cogí mi flauta que estaba en mi espalda y, tocando una melodía que me salió sola, ya que carezco de habilidades musicales. Entonces, una luz muy clara salió y golpeó ha aquellos soldados que aumentamaban en número. Cuando impactó la luz salí corriendo volando, cogiendo a mi tía, a mi abuela y a mi madre.
Iba a toda velocidad y tardé media hora en llegar a París, pero nada más llegar al suelo mi traje desapareció
Nathaniel: Ahora quedaos aquí, no salgais de casa
Salí corriendo y me dirigí a cierta mansión...
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1 Diario, 2 Historias, 2 Corazones
General FictionEs París. La Segunda Guerra Mundial acaba de comenzar. Nathaniel Kurtzberg, un chico de 16 años, homosexual, que vive solo con su padre, se enamora de 2 personas distintas; el modelo, Adrien Agreste, y el héroe de París, Chat Noir; sin saber que ell...