Capítulo 1 El encuentro

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La noche se acercaba y un chocolate caliente era el calmante perfecto para su corazón revuelto de emociones. Tomó la taza con ambas manos y la acerco a sus labios rojos carmesí, soplo sobre el y tomó un sorbo que hizo que su corazón revuelto consiguiera La Paz que necesitaba.

Luego de unas horas tomó sus cosas y salió de la cafetería decidiendo caminar un poco antes de tomar un taxi que la llevara a casa. Durante todo el camino su mirada estaba perdida en el horizonte y sus pasos eran solo una acción inconsciente de su cuerpo. El cielo cubrió sus luceros con cortinas de nubes oscuras que desprendían pequeñas gotas de agua, lo que hizo que la de labios rojos reaccionará y buscará un lugar para cubrirse de la lluvia.

Una inhalación profunda con sus ojos cerrados hizo brotar una sonrisa en sus labios pues adoraba el olor a petricor que se encontraba en la atmósfera, podría decirse que era su olor favorito el cual causaba una armonía en todo su cuerpo.

Luego de unos minutos notó terminada la precipitación y siguió su camino hasta conseguir un taxi que la llevar a su destino, lo que no esperaba era que en ese instante un auto negro a una velocidad apresurada pasara a su lado sacudiendo el agua de la calle como un tsunami dejándola mojada de pies a cabeza.

-No es cierto -susurró con sus ojos cerrados- ¿que hice para merecer esto? No me digas ya sé -se respondió a si misma mirando el cielo.

El auto se detuvo más adelante y su conductor bajó apresurado para dirigirse a la empapada joven que allí se encontraba.

-¿Estás bien?-preguntó preocupado- lo siento no te vi no quería mojarte puedo ayudarte en algo?

-Obvio estoy bien no ves-respondió con un tono lleno de ira.

-Ok está muy molesta-susurró-el pelinegro-puedo llevarte a donde quiera que vayas, eso me haría sentir menos culpable- comentó mientras la miraba con preocupación.

-¡Claro que no! Yo puedo caminar y conseguir un taxi -dijo decidida-puedes irte tranquilo.

-Está bien si eso quieres, adiós asegúrate de no estar cerca de la orilla-sonreía mientras lo decía en un gesto de broma.

La joven le lanzó una mirada que de ser posible podía matarlo por el hecho de hacer ese comentario.

-Claro no gustaría salir mojada si pasa un auto cerca de mí-comentó en un tono sarcástico mientras sacudía su vestido negro- ya me voy-comenzó a caminar.

-¿Seguro no quieres que te lleve?

-¡No!Yo puedo sola gracias.

Mientras caminaba su pie derecho se dobló debido a la ruptura de su tacón lo que hizo que perdiera la estabilidad y terminará en el suelo.

-¿Esto es enserio?-dijo mirando al cielo.

-Si quieres puedo llevarte-susurró el joven de cabello negro mientras le extendía la mano.

-No, no quiero-comentó frustrada.

-Vamos igual no conseguirás un taxi que te llevé así cómo estás de mojada.

La joven soltó un suspiro y aceptó con desánimo al darse cuenta que el joven tenía razón, tomó la mano del más alto y se levantó.

El chico asintió con una leve sonrisa en su rostro, ambos se dirigieron al auto, él le abrió la puerta del copiloto y ella subió.

-Bien y ¿a donde te llevo? -preguntó con interés

-A mi casa, es algo retirado de aquí así que te iré indicando por el camino-contestó en un tono bajo y seco

El chico asintió y encendió el auto, el recorrido se limitaba a solo indicar el camino que debía tomar, la incomodidad era evidente por lo que ninguno se atrevía a decir algo.
Cada cuanto el joven miraba de reojo a la chica y notaba su mirada dispersa y su poco interés en conversar.

-¿Tienes frío? -preguntó para tratar de entablar una conversación.

-¿Dijiste algo? -respondió devuelta- el opuesto la miró y repitió su pregunta.

-¿Tienes frío?

-La verdad un poco-chillo mientras frotaba sus manos.

-Apagaré el aire.

-No, no es necesario solo baja un poco la temperatura-comentó en tono cálido y agradable.

-Lo haré entonces-dijo sonriente.

La joven parecía más a gusto con el cambio de temperatura por lo que su interés en detallar cada cosa comenzó e hizo un recorrido con su vista por todo el auto notando la pulcritud que en el había, una fotografía de una joven rubia a la que no le dio mucho interés además de un vaso de café express de su cafetería favorita, cosa que hizo que recordara que no estaba sola y de reojo miró en dirección al piloto.

-No es cierto.... realmente es lindo, como no me di cuenta antes-dijo para sí misma en su pensamiento

-¿Ocurre algo?- preguntó mirándola- la joven en un acto inmediato cambio su vista al frente

-Ahh No nada-afirmó tartamudeando- de verdad que es lindo seguro es casado-dijo en su pensamiento mientras acomodaba su cabello-recordó la fotografía antes vista de la rubia y asumió que tal vez era su novia.

Cruza a la derecha y me dejas en la esquina-comentó para indicar que el recorrido culminó.

-¿Aquí vives?

-Si al final de la calle- Adiós, gracias por traerme y mojarme-comentó sonriendo.

-Jajaja el gusto fue mío, disculpa el baño- mencionó apenado.

-No hay problema me gusta el agua de la calle-respondió sonriente-se dio media vuelta y comenzó a caminar.

-¡Oye!-Exclamó- la joven volteo -¿sucede algo?

-Aún no se tu nombre, como te llamas?-Preguntó curioso.

-Me llamo Hanna, Hanna Gil extendió su mano- ¿y tú?

-Jong Suk- extendió su mano y tomó la de su interlocutor- Lee Jong Suk- repitió con una sonrisa.

-Es un gusto-comentó sonriente la de labios carmesí.

-El gusto es mío-comento el pelinegro.

-Hasta luego, ojala podamos coincidir nuevamente.

-Estoy seguro de que así será-sonrío

La joven camino hasta su casa mientras su opuesto se subía al auto para partir a su destino.

-¿Que te pasó, por qué estás mojada y descalza?-preguntó sorprendida.

-Digamos que no fue mi mejor día, luego te cuento voy a ducharme y dormir un poco.

-De acuerdo-comentó la más joven con una mirada confusa.

Hanna siguió hasta su habitación y se tiro en la cama después de ducharse, cerro sus ojos tratando de conciliar el sueño cuando la imagen del pelinegro que había conocido por accidente llegó a su memoria ocasionando una sonrisa involuntaria en sus labios mientras balbuceaba-enserio era lindo- giró su cuerpo a un lado de la cama tomó su oso de peluche lo abrazo y eso fue suficiente para que morfeo no la dejará ir.

Café de Amor (Lee Jong Suk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora