Camisa blanca y traje negro vestían al coreano, su cabello peinado hacia atrás resaltaba su rostro el cual se encontraba adornado con una hermosa sonrisa. Abrió la puerta de la habitación y caminó hasta la bajita.
-Hanna, ¿me ayudas con esto? -estiró su mano.
-Giró su cuello para ver al más alto quedando muy sorprendida al verlo, -Dios mío que hermoso, como puede verse tan bien -comentó en su pensamiento -reacciona Hanna te está mirando, di algo -se exhortó a si misma en su hilo de pensamiento. -Claro yo te ayudo -tomó la corbata que el coreano le extendía. La puso en su cuello, la midió hasta su rodilla y comenzó a hacer el nudo, -listo -dijo al hacer el último cruce, la quito de su cuello y se puso de puntillas para alcanzar al coreano y ponerle la corbata.
Acomodaba el nudo de manera muy perfeccionista como normalmente solía hacerlo, el coreano la miraba con una sonrisa en su rostro -ya quedó -dijo mientras levantaba la mirada ocasionando un choque con la mirada del más alto.-No puedo creer que aún no sepa hacer un simple nudo, que bueno que te tengo -comentó el pelinegro. Por unos segundo sus ojos se compenetraron tanto que olvidaron todo lo que los rodeaba. Ambos sonrieron levemente -te llevo a casa -comentó, la más bajita asintió un poco ruborizada por lo que ambos se apartaron y tomaron sus cosas para salir.
-Gracias por cuidarme toda lo noche -comentó mientras conducía.
-No fue nada, sólo no lo vuelvas a hacer me preocupé mucho.
-Lo siento prometo no hacerlo de nuevo -dijo avergonzado.
-¿Puedo saber el motivo del por qué estabas en ese estado? -preguntó con curiosidad -pasó algo con Noha?
-¿Noha? no, claro que no ¿que podría haber pasado con él? -dijo un tanto nervioso.
-Que alivio -suspiró -no quisiera que ustedes se llevarán mal.
-¿Por qué nos llevaríamos mal?
-Por nada yo solo digo- sonrió nerviosamente -es solo que ambos estaban juntos esa noche así que lo asumí -se encogió de hombros -¿entonces por qué estabas en ese estado?.
-Quería probar un trago y se me pasó la mano es todo.
-¡Eres un inconsciente! No puedes tomar de esa manera -reclamó -como se te puede pasar la mano, y quedar en ese estado -se cruzó de brazos.
-Lo siento no volverá a pasar -jaló la mejilla de su interlocutora.
-Ya sabes que no me gusta que hagas eso -apartó la mano de su mejilla mientras el coreano sonreía.
-Por cierto ¿no estás muy formal para ir al trabajo?
-Hoy tendré una reunión, debo ir vestido de manera formal.
-¿Reunió? -preguntó curiosa - ¿vestido de esa manera? -dijo con incredulidad -creí que irías al café.
-Voy para allá, luego te diré el motivo de mi vestimenta.
El más alto la dejó en casa y se dirigió hasta la cafetería donde Joe lo esperaba acompañado.
-Que bueno que llegas, él es el señor Michael Smith -el será nuestro inversionista principal en Norteamérica.
-Es un gusto conocerle -hizo una leve inclinación de trozo.
-El gusto es mío.
-Bien los dejo para que hablen -dijo antes de retirarse.
La charla duró aproximadamente una hora, papeles iban de un lado al otro y entre varias tazas de café algunas firmas eran realizadas.
-Creo que es todo, será un placer trabajar con usted -comentó el coreano.
-Espero que podamos expandirnos en todo el continente, ese es mi objetivo. -se dieron un apretón de manos y despidieron.
El Norteamericano ya se había marchado por lo que no tardaron mucho en celebrar su nueva alianza.
-¡Es increíble! Ahora sí podremos expandirnos mucho más. -comentó el coreano.
-Tanto esfuerzo y por fin da frutos- mencionó su mayor.
-Ahora es tiempo de que me ayudes con lo que te comenté -dijo mientras colocaba su mano en el hombro del mayor -está será mi última jugada, si no funciona regresaré a Corea o tal vez a EE.UUU.
-Esa es una decisión muy radical, ¿estás seguro?
-Si -asintió.
-Bien, te ayudo en lo que quieras. -dijo Joe.
-Gracias, necesitaremos el día libre, rosas rojas un decorador y obviamente mucho café.
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Café de Amor (Lee Jong Suk)
FanfictionUn encuentro inesperado en un momento inoportuno provoca un amor en el momento adecuado y un taza de café guardara lo que no se atreven a decir